Nuevo capítulo en el pulso entre el Real Madrid y Gareth
Bale. Esta vez, con el telón del parón internacional de fondo pero con el mismo contexto que en anteriores ocasiones: la aparente pasividad con la que el propio futbolista vive todo lo que acontece a su alrededor.
Y es que, después de casi un mes entrenando en solitario con el Real Madrid y sin existencia alguna de un parte médico que evidenciara sus dolencias, Gareth
Bale ha reaparecido, y con total normalidad, en el primer entrenamiento de Gales esta semana celebrado el pasado lunes.
Los de Ryan
Giggs, que se juegan la clasificación a la próxima Euro 2020 ante Azerbaiyán (sábado 16, a las 18:00 horas) y frente a Hungría (martes 19, a las 18:00 horas) se han concentrado ya con la principal novedad de un Gareth
Bale, su estrella, que, en palabras del seleccionador “está bien físicamente para jugar y ayudar a conseguir nuestro objetivo”.
Algo que, por otro lado, no ha caído demasiado bien en las oficinas del Santiago Bernabéu que son conscientes del riesgo que supone que el futbolista galés participe en esta semana de encuentros internacionales.
La última vez, cayó ante Croacia
Precisamente, la última aparición de Gareth
Bale en un terreno de juego ha sido con la selección de Gales. Concretamente el pasado 14 de octubre cuando los suyos se enfrentaron a Croacia (1-1) y donde, además, el futbolista merengue participó con un gol en los últimos minutos. Desde entonces, todo han sido desdichas para él y sus situación personal en el Real
Madrid, donde lleva sin participar desde el duelo ante el Granada (4-2) del 5 de octubre en el que disputó 83 minutos y fue sustituido por James firmando una asistencia a Benzema en los primeros compases del duelo.
Desde entonces, el silencio y la incógnita han rodeado la figura de un Gareth
Bale que ni siquiera ha entrenado con el grupo y tan solo en las últimas sesiones de la semana pasada ha trotado por el césped con balón. Sus jornadas en la ciudad deportiva de Valdebebas se basaban en el trabajo dentro de las instalaciones y en ausencia de noticias sobre su estado de salud que le hacían quedarse fuera sistemáticamente de cada una de las convocatorias de Zidane.
Así, a falta de lo que ocurra con Gales y de la actuación del jugador durante su estancia en el país británico, lo cierto es que se tensa más la cuerda de una situación que ya de por sí es muy compleja.
Más aún después de los episodios que también han tenido lugar durante las últimas semanas en las que viajó a Londres para hablar con su agente en mitad de una semana de competición y se marchó antes de tiempo en los duelos celebrados en el Bernabéu ante Leganés, Betis y Galatasaray provocando el descontento de una afición a la que tiene ya rozando los límites de su paciencia.
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