El Real Madrid ya cuenta las horas para retomar la competición y Zinedine Zidane perfila sus últimas ideas para dar forma al primer once del equipo blanco. Uno de los grandes quebraderos de cabeza del entrenador francés está en el ataque, pues la superpoblación de delanteros (hasta 10, si todos están sanos) le obliga a un ejercicio de funambulismo para dar con las mejores opciones.
A la espera de comprobar en qué estado de forma vuelven Eden Hazard y Marco Asensio de sus respectivas lesiones, el único que tiene un puesto asegurado en la alineación titular es Karim
Benzema. El delantero galo es imprescindible para el equipo y la principal duda de Zidane es buscarle los acompañantes adecuados.
La grave lesión de rodilla de Asensio (casi 11 meses de baja) desaconseja cargarle de minutos desde el principio, por lo que parece improbable que el mallorquín sea de la partida contra el Eibar en el reestreno liguero del Real Madrid. Quién sí tiene más números para empezar de titular es Hazard, de quién dicen en Valdebebas que está en un gran estado de forma.
Ante esta tesitura, la tercera plaza del ataque blanco (Si Zidane opta por su habitual 4-3-3) se la jugarán probablemente Bale y Vinicius. El futbolista brasileño estaba en su mejor momento antes del parón mientras que el galés era más asiduo a los banquillos que al césped. Sin embargo, la ausencia de competición les ha igualado y además Bale parte con ventaja para ocupar la banda derecha, una posición en la que no se siente cómodo el brasileño, más acostumbrado a jugar a pie cambiado.
En la recámara también esperarán su turno Lucas Vázquez, Rodrygo y Brahim, tres jugadores que han perdido protagonismo (sobre todo el ex del Santos) pero que con la nueva norma de los cinco cambios podrían tener más minutos.
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