Barça-Madrid: un clásico en familia

La intransigencia del Procicat, la ‘autoridad’ que determina los protocolos de seguridad en Catalunya, ha impedido el retorno de un mínimo de público al Palau Blaugrana para este viernes, ni tan siquiera las 500 personas que solicitaba el Barça. De esta manera, el clásico europeo entre el equipo azulgrana y el Real Madrid (21:00 horas, Dazn) se jugará en silencio y en familia, una estampa insólita en el coliseo barcelonista que suele rugir con las visitas del eterno rival.

Mientras la frialdad presidirá las gradas, se prevé que el choque resulte caliente en la pista por las habituales cuentas pendientes entre ambos, máxime tras la victoria de los blancos en la final de la última Supercopa de Tenerife (72-67).

“Será un partido duro y exigente en el habrá que sufrir y saber controlar las emociones”, explicó Sarunas Jasikevicius, técnico del Barça, en unas declaraciones proporcionadas ayer por DAZN. “Aunque sin público, el Clásico son muchas emociones y ojalá lo podamos ganar”, insistió el técnico del conjunto azulgrana.

El greco-estadounidense Nick Calathes coincide con su entrenador. “Es como una versión del Panathinaikos-Olympiacos, en la forma en que hay que vivirlo”, insistió el base del Barça. “Sabemos cómo juegan, hemos jugado contra ellos durante muchos años, y sabemos cuál es su estilo y su sistema. Con suerte podemos parar su ataque, su juego ofensivo. Todo el mundo sabe que pueden ser anotadores, y que lo serán. Nosotros debemos jugar como sabemos jugar en defensa y así nuestro ataque también saldrá bien”, aseguró.

Los azulgrana llegan con las incógnitas de Mirotic y Claver. El primero por el período de confinamiento que ha vivido tras dar positivo por coronavirus y el segundo por unas molestias en la planta del pie derecho. Niko ha podido entrenarse estos dos últimos días y se prevé que se alinee aunque es una incógnita su estado físico.

El Madrid, por su parte, se presenta con bajas seguras, las de Carroll y Causeur, por situaciones similares. El estadounidense sufre un problema en una rodilla mientras que el francés está confinado desde hace unos días en su domicilio tras haber contraído el virus. Sí estarán en Madrid otros jugadores que han sido baja en los últimos tiempos por diversos problemas físicos, caso de Anthony Randolph o Felipe Reyes.

Los blancos llegan más presionados por un mal arranque de competición que les ha llevado a las ultimas posiciones con balance de 1-3.

“Si nosotros estamos bien y mejoramos ganaremos partidos, si no mejoramos no ganaremos”, declaró al respecto el entrenador del Madrid, Pablo Laso. “No me preocupa ahora mismo el aspecto clasificatorio porque lo más inmediato sería entrar entre los 8 primeros (de la Liga Endesa) para la Copa del Rey. Mi objetivo ahora es que el equipo siga creciendo”.

Laso admitía la singularidad de este duelo por la ausencia de público pero recordaba que “un clásico siempre es un clásico” para añadir que “ojalá cuanto antes puedan volver, pero sigue siendo un Barcelona-Real Madrid, son grandes partidos y tenemos que jugar a buen nivel si queremos ganar”.


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