Es una bendición mucho más que un problema. Pero Imanol
Alguacil se va a tener que estrujar el magín y sopesar minuciosamente pros y contras, deportivos y humanos, para decidir qué ariete alinear de inicio mañana ante el Espanyol. Es una situación ciertamente deseable para cualquier entrenador que no se ha dado en la Real de los últimos tiempos. El técnico realista tiene a dos arietes de mucho nivel en su plantilla y, habida cuenta de que no se ha decantado por alinearles juntos en punta de lanza aún, se tiene que decantar por uno de ellos y sentar a otro. Isak y Willian
José, una batalla pacífica por el puesto de delantero centro, un juego de tronos de altos vuelos para la Real.
El elegido para las tres primeras jornadas fue Willian
José, pero Imanol dio un volantazo ante el Atlético, aplicó un electroshock -en términos de su director de fútbol Olabe– y se decantó por Alexander Isak. Le salió bien porque el sueco contribuyó activamente al triunfo ante los colchoneros con una buena actuación general y su participación en el 2-0, con su cabezazo a la salida de la falta botada por Odegaard al segundo palo.
Es evidente que Isak ha sido mejor en estos primeros cuatro encuentros y durante la pretemporada, pero también que Willian
José merece el crédito que le han dado tres campañas de goles y de colaboración decisiva al fútbol de toque del equipo. Por eso no es nada sencilla la decisión de Imanol, que probablemente tenga que ser injusto con uno de los dos.
De momento, ninguno ha marcado gol, por lo menos legalmente. Si fuera en una campaña anterior a la pasada, Isak sí sumaría un tanto, pero el que hizo contra el Athletic se lo anuló el videoarbitraje porque, en el momento de rematar a gol, estaba en un fuera de juego que no vieron ni el árbitro ni el linier.
Las razones por apostar por Isak son claras: ha jugado bien y ha conectado a la perfección con sus compañeros en todos los partidos que ha disputado desde que comenzó el verano. Ha sabido generarse ocasiones de gol que no siempre ha podido concretar, pero ha demostrado una amalgama de recursos que le convierten en un delantero completísimo. Su velocidad al espacio le hacen especialmente peligroso y necesario en partidos como el de mañana, fuera de casa. Además, se estrena en Primera, tiene 19 años y los rivales todavía no le tienen tomada la medida. Es muy difícil de marcar porque es efectivo a la hora de bajar a recibir y apoyar y también con sus desmarques de ruptura.
Cuatro goles a los pericos
Willian
José, por su parte, tiene el aval de sus 45 goles y 13 asistencias en 112 partidos en la Real. No ha sido su mejor comienzo de temporada y no está cerca de su mejor forma. Quizá por esa razón también necesita jugar: para ir adquiriendo su velocidad de crucero y una confianza de la que no ha gozado desde que comenzó la pretemporada.
No obstante, Imanol dejó claro ayer que el de Porto Calvo ha apretado de lo lindo esta semana para intentar recuperar su puesto en la delantera. Durante el verano se especuló mucho con una posible salida, pero se quedó y, de momento, ha impuesto un ‘silenzio stampa’ que le lleva a no conceder entrevistas.
El Espanyol pasa por ser la víctima liguera favorita de Willian. Les ha hecho cuatro goles, entre ellos el primero que firmó como txuri urdin, el 9 de septiembre de 2016, de cabeza. En la 17/18 anotó en Cornellà (2-1) y el año pasado firmó un doblete en Anoeta (3-2).
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