La vida del delantero centro siempre es complicada. Los números determinan si tienes sitio o no en un proyecto tan ambicioso como el que tiene la Real frente a sí para una campaña que arranca el próximo viernes. De su frustrado Erasmus en Bélgica vuelve un Jon
Bautista que solo piensa en demostrarle a Imanol
Alguacil durante el periodo estival que tiene sitio para poder ser el tercer delantero centro del conjunto txuri urdin a la estela de Willian
José y Alexander
Isak.
Mientras el brasileño y el sueco apuran sus últimos días de vacaciones Jon
Bautista ya lleva semanas entrenando tanto en casa como en Zubieta para llegar a tono al próximo 14 de agosto. El delantero se rompió el escafoides el pasado mes de junio tras caerse en su casa y, pasado el susto con operación incluida, ya corretea sobre el césped de Zubieta. Según ha podido saber MD, Bautista no mira más allá del 12 de septiembre, fecha en la que, si nada se tuerce, comenzaría la nueva temporada. Hasta entonces, el de Errenteria tiene 29 días para demostrar que puede ser útil en la sobrepoblada plantilla txuri urdin. Por delante, alrededor de seis o siete amistosos de pretemporada para tratar de asomar la cabeza con goles. Imanol ha demostrado en su primer año completo como entrenador que al verde de Anoeta saltan los que se lo merecen.
Sin ofertas concretas
Jon
Bautista, con contrato hasta 2023, todavía no tiene ninguna oferta encima de la mesa para abandonar la Real en caso de que finalmente no entre en los planes de Roberto
Olabe e Imanol
Alguacil. El ariete y la dirección deportiva de fútbol esperarán hasta el final de la pretemporada, e incluso podrían alargar la espera hasta semanas antes de que cierre el mercado estival el 5 de octubre, para buscar acomodo al errenterriarra.
Aunque todavía no está en sus planes, Bautista preferiría recalar cedido en algún equipo de Segunda División en vez de sacar billete europeo como el pasado verano. Las exitosas salidas de sus compañeros de generación Jon
Guridi y Martín
Merquelanz, que lo han bordado en la categoría de plata, hacen que Bautista no se plantee ir tan lejos de casa. Más complicado parece poder jugar en Primera, aunque equipos como Eibar, Valladolid o los dos recién ascendidos, Cádiz y Huesca, estén buscando delantero centro.
Un delantero más completo
El guipuzcoano está convencido de que su salida la ha venido de perlas para crecer como jugador. El de Errenteria piensa que con Beñat
San
José ha mejorado sus características, merced a la variedad de posiciones en las que terminó jugando en el Eupen. Baustia jugó de ‘9’, también con otro delantero, algo escorado a la banda izquierda e incluso como segundo punta. Un repertorio de posiciones y variantes que le han hecho un ariete más completo.
Sus números, lejos de ser extraordinarios
Jon
Bautista completó su primera cesión lejos de la Real en el Eupen belga antes de tiempo. El de Errenteria tuvo que volverse en el mes de marzo después de que la Pro Jupiler League quedara suspendida por el coronavirus sin poder terminar el curso. Hasta entonces, el canterano de la Real había estado lejos de cuajar una temporada eficiente numéricamente hablando. El ariete jugó un total de 27 encuentros a las órdenes de Beñat
San
José donde sólo pudo marcar tres goles. Uno de ellos sirvió para ganar, otro para empatar y el tercero fue el del honor en la goleada del Amberes en la jornada inaugural del campeonato doméstico (1-4). De hecho, Bautista ha sido mejor pasador que goleador. El delantero dio cuatro asistencias partiendo como segundo punta.
El modo de vida europeo hace que Bautista prefiera una cesión en un equipo nacional antes que volver a salir fuera del país. El Errenteria se comunicaba en inglés con sus compañeros, aunque el idioma fue un problema durante algunos tramos de la temporada. Su día a día era bastante casero, Eupen es un pueblo tranquilo en el que el ocio está bastante limitado.
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