Benzema marca el paso



Cuando a Zinedine Zidane le pidieron hace dos semanas en Cornellà que analizara la victoria lograda por su equipo gracias a la maravillosa asistencia de tacón de Benzema para Casemiro, lo primero que hizo el entrenador francés fue apelar al sudor y al orden. “El esfuerzo ha sido tremendo, no arriesgamos nada. El fútbol es una cuestión de equilibrio”, advirtió. Una frase que condensa a este Madrid contenido, sin concesiones atrás, que espera y espera su oportunidad, y al que, de momento, la moneda en el tramo final siempre le ha salido cara. Ninguna línea lo expresa mejor que la defensa, intocable hasta ahora y que para la visita del Alavés al Di Stéfano este viernes (22.00, Movistar LaLiga), a cuatro jornadas del final, se ha quedado al descubierto.El técnico solo cuenta con tres jugadores (Varane, Militão y Mendy) para cuatro puestos. Carvajal y Ramos no se vestirán por acumulación de amarillas, Marcelo es baja para 15-20 días (no volverá a jugar en Liga) por una lesión muscular en el abductor izquierdo y Nacho continúa sin ponerse la camiseta desde que volvió la competición. Los canteranos Javier Hernández y Miguel Gutiérrez fueron llamados a filas.Si el pasado domingo los blancos viajaron a San Mamés casi con lo puesto en esa zona, a los vitorianos los recibe obligados a buscar soluciones de urgencia en su línea fetiche, la que guarda junto a Courtois y Casemiro el candado de su portería (es el Madrid menos batido -21 goles- de los últimos 32 años) y, además, amenaza el área rival (el capitán es el segundo máximo anotador del equipo y Carvajal, el tercer mayor asistente).De medio campo para adelante, Zidane ha agitado los dados y ha concedido oportunidades incluso al furgón de cola de la plantilla, como a James, alistado en el duelo clave de Anoeta y que ahora lleva dos partidos seguidos fuera de la lista. Sin embargo, en defensa las alteraciones han sido inexistentes mientras las circunstancias lo han permitido. En las seis primeras jornadas postconfinamiento, la línea de zagueros se repitió de forma machacona: Carvajal, Varane, Ramos fueron innegociables, y Marcelo y Mendy se turnaron en el lateral izquierdo. Solo cuando el francés no pudo desplazarse a Bilbao hace una semana por un problema en las cervicales, apareció Militão en el centro, con resultado al fin satisfactorio para el brasileño. Cinco días después, las estrecheces son aún mayores, sobre todo en el lateral derecho por la ausencia de Carvajal.Salvo otra solución más imaginativa, ante el Alavés todo apunta a Lucas Vázquez en el lado diestro de la retaguardia. El gallego, un pretoriano de primera línea del técnico, debutó en San Mamés tras la interrupción y al segundo partido, con la Liga aún por definir, le espera una misión delicada. No será la primera vez ni, a priori, la noche más preocupante en esa demarcación. Hace dos temporadas, Zidane lo situó ahí en la vuelta de las semifinales de la Champions frente al Bayern en el Bernabéu. Se las vio con Ribery y Alaba, y salió vivo. Lucas Vázquez volvió al Bernabéu en 2015 como delantero, pero su despliegue defensivo lo ha convertido en un jugador muy valorado, especialmente por el entrenador francés, para acorazar al equipo y, en situaciones de necesidad como esta, para ejercer incluso de defensa.Vuelve HazardSea cual sea la elección contra los vascos, la posición de lateral derecho será una en las que el Madrid deberá tomar una decisión este verano porque Carvajal se ha quedado solo. Achraf parecía una opción para doblar ese puesto, pero ha sido vendido al Inter por 40 millones más cinco en variables. Odriozola regresará de la cesión al Bayern, adonde se marchó en invierno al no contar para Zidane, aunque en Alemania tampoco ha jugado y esa posibilidad también ofrece dudas. Otras alternativas son el auxilio puntual de los dos centrales suplentes, Nacho y Militao.El número de efectivos en defensa es precario este viernes, no así en ataque, donde los blancos celebran el regreso a la convocatoria de Hazard, ausente en los dos últimos partidos (ante el Getafe y Athletic) por molestias en el tobillo derecho, zona en la que ha sufrido dos lesiones de larga duración esta temporada. “No es una recaída, la resonancia está toda limpia, perfecta”, zanjó Zidane este jueves para responder a las dudas que ha dejado el belga toda la semana, con solo un entrenamiento completo con el resto del grupo. También entró en la lista su competidor por la izquierda Vinicius, al que le tuvieron que repetir el test que LaLiga hace a todos los jugadores de Primera y Segunda 48 horas antes de cada encuentro porque el resultado no había sido concluyente. A quien no perdonó el protocolo de coronavirus fue a Luka Jovic, que ha dado negativo pero sigue aislado en su casa desde el pasado lunes al entrar en contacto con un amigo infectado. Su escasa fiabilidad es lo opuesto a lo que ha ofrecido la defensa este curso, en paños menores, eso sí, contra el Alavés.


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