Berenguer: llegar, marcar y vencer

Gaizka Garitano venía demandando un extremo con gol y el mercado le trajo a Alex Berenguer. La realidad le ha dado la razón en la primera titularidad del navarro con la camiseta del Athletic. Llegar, marcar y vencer. Un día perfecto a más no poder para el de Barañain, especialmente porque su diana sirvió para abrir la lata y sacudirse un nerviosismo que empezaba a ganar terreno.

Los rojiblancos habían acumulado merecimientos previos para adelantarse en el marcador, pero en el fútbol se vive del gol. Un balón sacado por Malsa sobre la misma línea, un penalti señalado y recusado por el VAR, hasta los palos estaban de nuevo en contra de los dirigidos por Garitano. El reloj avanzaba y no se movía el 0-0 de San Mamés.

Entonces llegó el minuto 68. Todo se gestó en un balón dividido en las alturas en el centro del campo y ganado por Raúl García. Dani García movió con una patada en largo como si se tratase de rugby y Berenguer emprendió la carrera con Postigo. Por fuerza tenía las de perder, así que tiró de inteligencia en el cuerpo a cuerpo. Le ganó la posición al central colándose por debajo del brazo, de una forma muy ratonera. Definió con la zurda, en semifallo y el esférico se alojó en la red. Botando, llorando. Como sinónimo de lo que le cuesta hacer un gol al Athletic en esta Liga.

El gol de Berenguer al Levante

La alegría pudo doblarse poco después partiendo ya desde la derecha, como en los minutos de Gasteiz, tras la entrada de Morcillo. Berenguer cazó un balón muerto en el área después de un mal despeje de la defensa del Levante y lo mandó a la red con mucha saña. Pero había fuera de juego previo de Raúl García. Lo señaló el juez de línea y lo ratificó la tecnología. Por centímetros, sin embargo el media punta estaba ligeramente por delante. Luego llegaría el 2-0 de Williams y el de Barañain fue relevado por Unai Vencedor.

Berenguer arrancó por la izquierda, su posición natural pese a ser diestro. Una zona en la que se necesita descaro. Lo puso desde el primer minuto, encarando a su par. Aunque no desbordó en exceso. También tuvo algún lunar en forma de pérdida en entregas sencillas, con reacción rápida para recuperar la posesión, o en una falta cometida en una zona peligrosa. Similar a la que le sirvió al Alavés para tumbar al Athletic. Garitano torció el gesto.

En el primer acto, Berenguer estuvo cerca de dejar su sello en una acción parecida a la del gol posterior. En este caso, el pase en largo fue de Iñigo Martínez. El navarro se impuso en el cuerpo a cuerpo a Miramón, sin embargo su chut fue a las manos de Koke Vegas. También ejecutó algunos córners. Los de la segunda parte, por bajo, intentando pillar por sorpresa al Levante. Lo hizo, pero no concretó. Primero con un centro y en el siguiente intento, con un disparo desviado buscando la escuadra.


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