El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aprobado la declaración de emergencia para el Estado de Nueva York, lo que facilita la ayuda federal necesaria para prestar asistencia a los afectados por la histórica tormenta invernal que ha atravesado EE UU durante las navidades, informó la Casa Blanca en un comunicado difundido a última hora del lunes. El balance de víctimas mortales en la región de Búfalo (noroeste del Estado de Nueva York) alcanzaba los 28 el lunes por la noche, más de la mitad de las registradas en el país. Es de prever que, a medida que se vaya retirando la nieve de las carreteras ―hay decenas de coches atrapados―, la cifra de víctimas en el epicentro de la catástrofe aumente, advierten las autoridades regionales. La tormenta se desplaza ahora a la costa oeste del país mientras las temperaturas se suavizan moderadamente en el medio oeste y el este, según el servicio meteorológico nacional (NWS, en sus siglas inglesas).
Aunque distinta administrativamente de la declaración de desastre ―equivalente a la de zona catastrófica―, que implica una línea de crédito automática para la reconstrucción, la declaración de emergencia de la Casa Blanca autoriza a la FEMA (siglas en inglés de la agencia federal de emergencias) a “identificar, movilizar y proporcionar, a su discreción, los equipos y recursos necesarios para paliar los impactos de la emergencia” en los condados de Erie y Genesse, los más afectados, según el comunicado de la Casa Blanca. Es decir, para reforzar las labores de rescate, dificultadas por las adversas condiciones meteorológicas. Los camiones de bomberos de Búfalo permanecieron varados durante todo el sábado por la ventisca.
Además de los cuerpos de policía local y estatal y de los bomberos, el despliegue desde el viernes de cientos de miembros de la Guardia Nacional, una fuerza de choque encargada de garantizar la seguridad pública (en caso de disturbios, por ejemplo) y ayudar en catástrofes naturales, facilitó el rescate en las últimas horas de “centenares de vecinos atrapados”, indicó el alcalde de Búfalo, Byron Brown. La gobernadora de Nueva York, la demócrata Kathy Hochul, originaria de Búfalo, señaló que la intervención de las fuerzas de seguridad posibilitó 500 rescates solo el domingo, incluida la asistencia en un parto. Igual que en los días previos, la prioridad de las autoridades sigue siendo salvar vidas y salvaguardar la seguridad pública, aunque Mark Poloncarz, responsable del condado de Erie, confía en que la Casa Blanca apruebe en breve la declaración de desastre.
Miles de hogares siguen bloqueados por la nieve y cientos de negocios, cerrados en el epicentro de la tormenta, la localidad de Búfalo, sede administrativa del condado de Erie, fronterizo con Canadá y ribereño de un lago homónimo que se ha convertido estos días en una gigantesca pista de hielo. La mayoría de las carreteras de ambos condados siguen impracticables, con la prohibición de circular vigente, mientras el aeropuerto de la ciudad ha ampliado su cierre al menos otras 24 horas, hasta la mañana del miércoles. La circulación de autobuses, trenes y otros medios de transporte público sigue suspendida hasta nuevo aviso. El domingo por la noche, el 94,5% de los hogares del condado de Erie y el 87% de los de Búfalo habían recuperado el suministro eléctrico, según la gobernadora Hochul.
Mientras los expertos apuntan a la duración de la tormenta perfecta ―cuatro días enteros de vientos extraordinariamente fuertes, temperaturas gélidas e intensa nieve― como explicación de la magnitud de la catástrofe, algunas voces se preguntan si la población fue advertida suficientemente de lo que se cernía. La principal compañía eléctrica del país envió a sus abonados correos y mensajes en los días previos, avisando de que las condiciones meteorológicas podían causar cortes de suministro, además de consejos para sobrellevar la eventual emergencia. El responsable del condado de Erie, Mark Poloncarz, indicó que la tormenta se abatió sobre la región “exactamente” como lo habían previsto, “y de forma aún más intensa”. Hasta dónde llegó el pronóstico es cuestión de debate, aunque no demasiado encendido, en las redes, el único medio de comunicación para cientos de personas que siguen encerradas en sus casas.
Casi el 70% de la población del país se ha enfrentado desde el jueves a algún tipo de aviso o advertencia relacionado con el clima invernal extremo, con temperaturas anormalmente bajas en esta época desde los Grandes Lagos, cerca de Canadá, hasta el río Bravo a lo largo de la frontera con México. El portal poweroutage.us, que hace un recuento de los cortes de electricidad en el país, calcula este martes que unos 96.500 clientes siguen afectados por los cortes en el sistema eléctrico, principalmente en los Estados de Oregón y California, ambos en el oeste del país.
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