Bolsonaro quiere celebrar aniversario de golpe militar


En un clima tenso por el malestar de organizaciones civiles y a contramano de las recomendaciones de la justicia, los cuarteles militares comienzan a conmemorar un nuevo aniversario del golpe militar que en 1964 dio inicio a la última dictadura brasileña, alentados por el presidente Jair Bolsonaro.

El presidente ultraderechista pidió al Ministerio de Defensa que prepare conmemoraciones para el 55 aniversario del inicio del régimen de facto.

El comando militar del Sudeste, encabezado por el general del ejército Luiz Baptista Pereira, realizó el jueves un acto alusivo en Sao Paulo.

“Las fuerzas armadas participan de la historia, siempre alineadas con las legítimas aspiraciones de su gente. El 31 de marzo de 1964 fue un episodio simbólico de esa identificación”, rezó la orden del día, leída en el comando militar.

“El pueblo brasileño defendió la democracia con sus ciudadanos uniformados. Las familias de Brasil estaban alarmadas y ante grandes desórdenes, se interrumpió la escalada en dirección al comunismo”, agregó.

El comunicado llevó las firmas del ministro de Defensa de Bolsonaro, Fernando Azevedo y Silva, y de las máximas autoridades del ejército, la marina y la aeronáutica. “Las fuerzas armadas, atendiendo al clamor de la amplia mayoría de la población y la prensa brasileña, asumieron un papel de estabilización de la democracia”, concluyó el mensaje.

Las celebraciones son consecuencia de un giro en la política oficial.

En 2011 la entonces presidenta Dilma Rousseff -detenida y torturada durante la dictadura- prohibió por decreto la práctica de actos militares que celebrasen el proceso.

Con la llegada al poder de Bolsonaro, un excapitán del ejército, es la primera vez desde el retorno democrático en 1984 que un presidente incita a la realización de festejos.

El Ministerio Público Federal recomendó a los comandos militares de todo el país que no realicen conmemoraciones. “El homenaje de funcionarios civiles y militares en funciones a un período en el que hubo supresión de la democracia y los derechos de libertad de expresión viola la constitución”, manifestó el órgano que representa a los fiscales brasileños.

Bolsonaro es un ferviente anticomunista y nostálgico del proceso militar. El presidente, quien otorgó a los militares un protagonismo inédito entregándoles el manejo de ocho ministerios, defiende la idea de que en 1964 no se instauró una dictadura.

El presidente dice, por el contrario, que los militares se hicieron cargo del gobierno que depuso al presidente Joao Goulart y cerró el Congreso como respuesta a la “voluntad popular” para frenar la instauración de un gobierno socialista en Brasil.

Un reporte de la Comisión Nacional de la Verdad, órgano creado por Rousseff en 2011 para investigar el período, comprobó que al menos 434 personas fueron asesinadas o desaparecidas durante los 21 años de dictadura. Además, al menos unas 30,000 fueron arrestadas ilegalmente y torturadas.

“No fue una maravilla… hubo algunos problemitas”, opinó Bolsonaro en una entrevista televisiva el jueves al mismo tiempo que fue taxativo al afirmar que “no hubo dictadura”.

El presidente participó de una ceremonia con autoridades militares en Brasilia para celebrar los 211 de la creación de la Justicia Militar. Bolsonaro dijo que “los actos son para rememorar, revisar qué está cierto y errado y usarlo para el bien de Brasil en el futuro”.

El próximo domingo, fecha exacta en que se cumplirán 55 años del golpe militar, Sao Paulo y Rio de Janeiro serán escenario de marchas de repudio a las celebraciones marciales.


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