Boniato dulce japonés


Siempre me han gustado las masas. Siempre me ha parecido mágico ver que algo líquido acabara solidificando y dando lugar a una miga esponjosa o a un exterior dorado. Quizás por eso me enamoré de los hot cakes cuando vivía en México (eso que aquí se llama “tortitas” y en otras partes del mundo “pancakes“). Ah, esos desayunos con bacón, sirope de agave o de arce, huevos revueltos y, por qué no, unos cuantos frijoles refritos.

La receta de hoy no es más que una versión diferente, algo más sofisticada -sin desmerecer a las tortitas de toda la vida-, sobre todo por la forma de prepararse. Diría que sus orígenes están en la tarta de queso japonesa, tan de moda en estos días, ya que comparten bastantes ingredientes, así como la textura esponjosa y temblorosa si los haces bien.

En este punto, he de confesar que yo no los hice así. Por un momento creí que la masa estaba demasiado líquida y decidí añadir tres cucharadas más de harina porque sí, pero en un segundo intento descubrí que el truco estaba precisamente en una masa menos espesa, que diera como resultado ese temblorcillo tan hipnótico.

Dificultad

La de montar la masa sin que se bajen las claras, y la de tener un aro metálico.

Ingredientes

Para 2 personas

  • 2 huevos
  • 2 claras de huevo extra (reservar las yemas para otras preparaciones)
  • 200 g de mató o requesón sirve
  • 250 ml de leche
  • 100 g de harina de trigo
  • 50 g de harina de maíz
  • Una cucharada de levadura química (tipo Royal)
  • 2 cucharadas de azúcar avainillado
  • Una cucharada de azúcar moreno
  • Una pizca de sal
  • La ralladura de un limón (solo la parte amarilla)

Preparación

  1. Separar las claras de las yemas y mezclar estas últimas con el azúcar, la leche y el mató. Agregar la ralladura de limón, y las harinas de maíz y de trigo junto con la levadura química tamizadas. Reservar en frío.
  2. Montar las cuatro claras a punto de nieve. Incorporar las claras montadas a la otra masa con movimientos envolventes, de abajo arriba, para evitar que se bajen.
  3. Calentar una sartén. Colocar un trozo de papel vegetal sobre la superficie de la sartén y un par de moldes metálicos redondos -de unos 10 cm de diámetro- sobre él. Verter la masa con cuidado hasta llenar dos terceras partes de los moldes. Agregar un par de cucharaditas de agua y tapar la sartén. Dejar que las tortitas se hagan durante 15-20 minutos a fuego suave sin destapar la sartén.
  4. Darle la vuelta a las tortitas y cocinarlas durante otros 3-4 minutos con la sartén tapada. Servir inmediatamente con mantequilla, sirope de arce, fruta cortada o crema de chocolate y avellanas.

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