Bottas quiere presionar a Hamilton con la pole en Austin


Llega la hora de la verdad. Este domingo, Lewis Hamilton, el actual rey de la F1, tiene ante sí la gran oportunidad de seguir alargando su hegemonía en la máxima competición del automovilismo mundial conquistando su sexto cetro de F1 en el GP de Estados Unidos de F1, en Austin (20.10 h/Movistar F1). El inglés de 34 años lo tiene todo de cara para volver a ocupar el trono un año más conquistando su tercera corona consecutiva, la quinta en las últimas 6 temporadas, en las que ha sabido aprovechar a la perfección la superioridad de su Mercedes y todo su equipo en la era híbrida. Este domingo le basta con ser octavo, o noveno con la vuelta rápida, para poder levantar un título que también lograría si su compañero Valtteri
Bottas no consigue ganar.



El escenario parece idóneo para el británico, aunque de bien seguro no el que desearía. Como gran campeón, Lewis quiere ganar a lo grande, cruzando la línea de meta como primer clasificado, algo que se antoja difícil después de finalizar quinto tras una mala clasificación en un Gran Premio en el que, pese a ser el más rápido el viernes, a una vuelta sabía que tendría complicaciones para imponerse. Quiere proclamarse campeón ganando, pero Valtteri, consciente de que está a punto de perder el cetro, quiere hacerlo al menos de pie, luchando, y celebrando un triunfo. Y en esa pelea de ganas y hambre, Valtteri, por esta vez, parece tener ventaja.

El finlandés buscará su cuatro triunfo del año desde la pole después de sorprender a todos imponiéndose en la clasificación de este sábado por 12 milésimas sobre Vettel y 67 sobre Verstappen. Precisamente, el alemán de Ferrari y el holandés de Red Bull partían como grandes favoritos por su supuesto mejor rendimiento a un giro, pero el nórdico se coló en su batalla para cosechar una primera posición con la que por lo menos hacer su parte para que la difícil ecuación que debe formularse este domingo para mantenerse vivo en el Mundial una semana más, aunque se antoje complicado. O por lo menos, perder el cetro ganando, que así duele mucho menos.

Si a Hamilton no le sucede nada raro, será campeón. Y es que no se queda fuera de los puntos desde el GP de Austria del pasado año por abandono, su única retirada en los últimos tres cursos.

El estar entre los 8 primeros es pan comido para Hamilton con el monoplaza que pilota en una F1 en la que la diferencia entre los grandes y pequeños es abismal. No tanto en comparación al líder de la zona media, de nuevo un Carlos Sainz espectacular que volvió a superar cualquier pronóstico al volante de su McLaren.

Sainz, de nuevo sublime

Teóricamente, partía con una batería que no entregaba toda la energía necesaria, pero como siempre, se impuso a sus problemas y a todos con una vuelta enorme en su único intento de Q3, finalizando a 0”818 de Bottas, rompiendo así la barrera de un segundo respecto a la pole, otro paso adelante más del tándem que forman el madrileño y el equipo de Woking.

Carlos ganó de nuevo la batalla con su compañero, Norris, dejándolo a 3 décimas, y buscará volver a puntuar en un trazado en el que siempre lo ha hecho, un circuito de Austin en el que guarda buenos recuerdos que este domingo quiere seguir alimentando


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