Salvar al soldado Ryan.
La crisis en la que están instaladas Honda y Yamaha no beneficia al ‘negocio Campeonato del Mundo’. Es más, es un problema importante. Los altos y bajos entre las marcas siempre se han dado, no es una novedad, pero lo que diferencia esta crisis de las anteriores es que ambos constructores -recordemos los dos mayores fabricantes de motos del mundo- son rehenes de de un formato de campeonato y de una reglamento que, unidos, tienen a Honda y Yamaha ‘atascados’. Por un lado está el intenso y comprimido nuevo formato de MotoGP en el que, si se quiere competir, no queda espacio para otra cosa. Por otro lado, está la norma de congelar la evolución de motores una vez empezada la temporada, o limitar por año a dos los carenados a utilizar. En un movimiento que suena a tirarle un salvavidas a ‘los necesitados’, desde DORNA se ha dejado caer que tal vez ha llegado la hora de revisar un planteamiento “que ha quedado obsoleto”. En Ducati ya han levantado las orejas cuando han escuchado esta ‘posibilidad’…”Por qué deberíamos hacer cambios que ayuden a nuestra competencia a mejorar. Que yo recuerde, cuando a nosotros nos iba mucho peor que ahora, nadie nos echó una mano. ¿por qué deberíamos estar de acuerdo nosotros en eso ahora? Hay que recordar que para que cualquier cambio en el reglamento técnico salga adelante, hace falta unanimidad en el seno de la Asociación de Equipos… Por cierto, Ducati ha bloqueado este fin de semana la propuesta de que la P1 del viernes por la mañana no contase para la formación de la parrilla.
Encajar a tres donde sólo caben dos
KTM con Pol Espargaró, Augusto Fernandez y Pedro Acosta comparte la misma situación que puede darse con Pecco Bagnaia, Enea Bastianini y Jorge Martín: tener sólo dos asientos para tres pilotos. En el caso del constructor austriaco el asunto se ha creado con la decisión de KTM de hacer valer su opinión sobre Acosta el próximo 30 de junio. Es decir, decirle al murciano “sí, te llevamos a MotoGP el año que viene”. De no haberlo hecho, Pedro quedaría libre, y como dicen desde KTM, “no repetiremos el error que cometimos con Jorge Martín”, al que sí renunciaron en su momento. Así pues, KTM tiene un problema: ¿dónde sentar a Acosta? La decisión de hacerlo en una GasGas está tomada; ¿en lugar de quién?, oficialmente, no tanto. Yo en cambio creo que sí. Sea como fuere, el ‘veredicto’ se deberá hacer público durante el fin de semana del GP Austria el próximo 20 de agosto. En Ducati este ‘tres pilotos para dos motos’ no es tan acuciante. De hecho salió a la luz cuando ayer Martín declaró que quería ver a Ducati no pasarle al equipo de fábrica si ganaba el Mundial. Martín, Bagnaia y Bastianini están atados contractualmente con la fábrica italiana, que tiene la potestad de colocarlos donde crea más conveniente. Pecco, el Campeón del Mundo, está blindado; en Ducati creen que Bastianini, lesionado al principio de temporada, merece una segunda oportunidad en el equipo de fábrica; pero como dice Martín, en caso de ganar el Mundial Ducati tendrá un problema.
El sorprendente caso de Joan Mir.
La comunicación nunca ha sido una preferencia para los ingenieros de HRC, que siempre han considerado que ellos hablaban en la pista, con sus resultados. Pero a pesar de este histórico, llama la atención el silencio administrativo que envuelve la ausencia de Joan Mir en Assen. Recordemos que Mir no salió en el GP de Mugello después de sufrir su caída número 12 en cinco GGPP y dañarse el dedo meñique de la mano derecha. Fue declarado apto para seguir pilotando, pero el piloto mallorquín decidió, me imagino que de acuerdo con el equipo, no volver a subirse a su moto. Una semana después, también faltó en Alemania, y dos semanas más tarde aquí en Assen tampoco ha comparecido. ¿Qué pasa con Joan? ¿Qué tiene? ¿Qué hay detrás de esta larga ausencia? Porque en función del parte médico que le llevó a pararse, no se puede hablar de convalecencia. Marc Márquez se ha personado aquí en los Países Bajos con una falange de un dedo fracturado, un tobillo tamaño XXL y una fisura en una costilla. Honda no se manifiesta. No ya explicando lo que sea que ha mantenido a Mir lejos de ejercer su trabajo, sino ni siquiera arropando públicamente a su piloto. Y en estos momentos, las apariencias sí importan