"Llegará un momento en el que tendré que arriesgar", asegura Aleix Espargaro

Box Confidencial: ¿Para quién es la presión del título?

LOS ASPIRANTES: La presión es para…

A falta de repartir 150, 17 son los puntos que separan en estos momentos a los tres primeros clasificados de la provisional de MotoGP: Fabio Quartararo, Pecco Bagnaia y Aleix Espargaro. Tres pilotos de tres nacionalidades que pilotan tres marcas diferentes. Estos días se les ha preguntado sobre el nivel de presión al que están sometidos, y lógicamente los tres han echado balones fuera. Pero por verse incapaz de frenar la sangría de puntos en los últimos cinco GGPP – 81 frente a Bagnaia y 17 ante Espargaró- y por pilotar la moto más lenta de la categoría el que debería estar más presionado debería ser Quartararo, pero precisamente esta desventaja mecánica le da a Fabio el argumento de “no se puede hacer más de lo que he hecho”. La pelota está pues en el tejado de Espargaró y Bagnaia, especialmente en la de este último, que está subido en una ola de resultados arrolladora: cuatro primeros puestos y un segundo. Además, con su moto oficialmente reconocida como la mejor de la categoría – Ducati obtuvo el título de constructores en el pasado GP de Aragón-, no ganar el título esta temporada supondría para el italiano mucho más fiasco que para sus rivales. De momento Bagnaia ha cumplido al terminar hoy en Japón al hacer segundo en la única sesión de entrenamientos celebrada, por delante delante de Quartararo y Aleix Espaegaró. La diferencia entre los tres es de ¡4 milésimas!…El final del Mundial 2023 tiene una pinta tremenda.

GIGANTE DORMIDO: Honda, sólo es una cuestión de tiempo.

Cada vez que vengo a Motegi no me perdono una visita al Museo Honda. He perdido la cuenta de cuántas veces he recorrido sus tres plantas, que son las mismas veces que he salido impresionado con sus logros deportivos y el nivel tecnológico del que han hecho gala a lo largo de los años. Y no es una frase hecha, es simplemente abrumador. Un nivel que Marc Márquez y Pol Espargaró pudieron constatar en primera persona en la visita que ambos realizaron al nuevo HRC antes de viajar a Motegi. Nuevo porque tras la integración de la F1 -antes sólo se encargaba de las motos- Honda Racing Corporation ha tomado una nueva dimensión. Después de pasar por HRC-MotoGP, Marc y Pol fueron llevados a las hiper modernas instalaciones de HRC-F1, y ambos se quedaron boquiabiertos. Los recursos y la tecnología que HRC-F1 utiliza para las cuatro ruedas son casi infinitos y dejan a los de MotoGP raquíticos. Es decir, que en el momento que quiera, Honda dejará de viajar en vagón de cola de MotoGP como hace ahora. Ninguna otra marca está tecnológicamente a su nivel, ninguna. Sólo hace falta que alguien en Japón se levante un día y diga: “ha llegado el momento de echarle una mano a los “chicos de las motos”; ese día volverá a tener sentido la frase “Honda es Honda”.

COMO NUNCA: Literalmente, un parpadeo.

Hoy en Motegi, los quince primeros pilotos de la parrilla han terminado separados por 0,5 segundos. En este márgen mínimo se encuentran las seis marcas presentes en la categoría y pilotos que pilotan de formas completamente diferentes; es increíble. Y no es que el nivel de MotoGP haya bajado, todo lo contrario. La pole de la FP1 de 2019, la última vez que se corrió aquí en Japón, fue de 1.45.572; la de hoy de Jack Miller ha sido 1.44.509. Entonces, Nakagami marcó el 15º registro con 1.46.763; hoy el piloto japonés, lesionado de una mano, se ha clasificado 12º y ha parado el cronómetro en su mejor vuelta en 1.44.886. Para visualizar el márgen que separa hoy a los pilotos de MotoGP, dividamos esos 0,5 segundos que han separado a los quince primeros por las 14 curvas del circuito para ver cuánto más deprisa habría tenido que ir en cada curva el 15º clasificado de hoy -Jorge Martín- para hacer la pole. Pues bien, ese medio segundo dividido entre las catorce da 0,035 s., ¡el tiempo que dura un parpadeo! Y si usamos el parpadeo como unidad de medida, ni siquiera sirve para medir la diferencia al final del día entre Jack Miller y Pecco Bagnaia, primero y segundo…Increíble.




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