Buena victoria del Barça de Jasikevicius en San Petersburgo que recuperó anoche el factor pista. Mejor resultado que partido porque, a estas alturas, ya es lo de menos. La eliminatoria vuelve a estar del lado culé gracias a una gran defensa ante el Zenit y a no ponerse nervioso cuando el equipo ruso, en el primer cuarto, se fue de 6 en el marcador. Entonces apareció Brandon
Davies. El pívot, que ya había sido el mejor en la victoria vital del segundo encuentro, se marcó un parcial de 0-8 con un triple incluido para meter el Barça en la calma del partido. Con un Barça que ha perdido fluidez en ataque (ni Mirotic, ni Abrines, ni Calathes anotan como antes), Davies es siempre la solución. Ayer, más allá de los 22 puntos, los 8 rebotes y el 28 de valoración, Rambo
Davies fue siempre el carácter del equipo. Él sólo se cargó a sus dos marcadores, Black y Poythresss, con 5 faltas cada uno. En 24 minutos estuvo en todas. Si en el primer tiempo fue el mejor -junto a grandes minutos de Kuric-, en la segunda parte completó un festival. La reanudación empezó con otro triple de Davies y terminó con un rebote suyo que provocó un salto entre dos, ganó la lucha y metió una última canasta imposible. Para el cuarto partido, que debería ser el último de la serie, se espera que sus compañeros no le dejen tan sólo.
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