LeBron James ya ha repetido en más de una ocasión que quiere jugar un año junto a su hijo mayor en la NBA. Eso no ocurrirá hasta la temporada 2024-2025, cuando Bronny James será elegible en el Draft de la NBA de 2024. Evidentemente, el apellido del jugador de 17 años despierta un interés desmedido por su figura pero, según un ojeador de la liga estadounidense, el chaval responde a las expectativas.
“Está demostrando que es más que un nombre en términos de su impacto positivo en el juego, como hacer el pase adicional en ataque o lanzarse al suelo a por balones divididos en defensa”, analiza un ojeador a Yahoo Sports. “Lo más impresionante de Broony es su carácter sobre la pista y su capacidad para tomar la decisión adecuada en cada momento”, añade otro.
El heredero de la saga James en la NBA viene de disputar el Nike Peach Jam, un torneo de jóvenes talentos en el que promedió 16 puntos, 5,8 rebotes y 5,3 asistencias en seis partidos. Aunque todavía se desconoce su ruta definitiva hacia el profesionalismo, varias universidades de la NCAA de alto perfil ya están mostrando interés en Bronny. Kentucky es la única que le ha hecho una oferta firme, pero hay interés de Duke, Kansas, Ohio State, Michigan y Texas entre otras.
Otras opciones como la G-League o Australia también están en el radar de los James, aunque su padre sí tiene claro que quiere a su hijo en la NBA cuanto antes mejor. “Mi último año lo jugaré con mi hijo”, reiteró en el All Star en Cleveland el pasado febrero. “Donde esté Bronny, yo también estaré. Haría cualquier cosa para jugar con él, y el dinero ya no importaría en ese momento”.