Cada vez más obstáculos en el camino para la LEB Oro


Una competición entera sometida a un ERTE. A la espera de acontecimientos, los equipos de la LEB Oro se han ido descomponiendo con el paso de las semanas desde que el pasado 11 de marzo, la Federación Española decretase la suspensión de los primeros partidos a causa de la crisis del coronavirus. Por un lado los expedientes temporales de regulación de empleo y por otro, la marcha de los jugadores extranjeros a sus lugares de origen, ensombrecen aún más el panorama de una competición que muchos ven abocada a la cancelación definitiva.



Por el momento, la suspensión sólo se extiende hasta el 11 y 12 de abril, aunque parece evidente que tendrá más recorrido. Hace unos días Jorge
Garbajosa, presidente de la FEB, apostaba por no tomar una decisión definitiva. “Me gustaría acabar las competiciones”, señaló. “Intentamos no cerrarnos puertas. El tiempo, la situación del país y las instituciones nos marcarán si se puede reanudar. Intentamos apurar los plazos para que se pueda disputar, primero por nuestras competiciones y nuestro propio deporte y luego porque quizá la vuelta del deporte a la vida habitual de las personas sea un símbolo de haber ganado la batalla”.

Mientras la Federación gana tiempo, la situación de incertidumbre ha llevado a los clubs a tomar decisiones para intentar salvaguardar su viabilidad a corto y medio plazo. El Fundación CB Granada es el único que no ha anunciado públicamente que se acoge al ERTE, si bien desde la prensa local (el diario ‘Ideal’) se apunta a que ya lo habría hecho.

Regreso de los extranjeros

Los 17 restantes han tomado el mismo camino que han recorrido la mayoría de clubs de muy diversas competiciones. El Mallorca y el Huesca abrieron el grifo de un goteo al que se unió el Gipuzkoa Basket el 27 de marzo.

La unanimidad de ERTE se suma al éxodo de jugadores, una situación que se disparó cuando Estados Unidos decretó el nivel de alerta 4, que dificultaba el regreso al país. El Gobierno de Donald Trump anunció la decisión el 19 de marzo, por lo que muchos jugadores estadounidenses solicitaron regresar a sus hogares. Es el caso de Johnny
Dee, Alex
Murphy, Adam
Sollazzo y Reed
Timmer, que viajaron el dos días después. Los cuatro expresaron su voluntad de regresar a Donostia y al equipo en caso de que la competición se termine reanudando, pero en este sentido es difícil saber si existirán obstáculos para viajar en un futuro próximo.

Por si todo esto fuera poco, la mayoría de contratos en la LEB finalizan el 8 de mayo, fecha en la que estaba prevista la conclusión de la temporada regular, y se extendían en caso necesario durante la duración de los playoffs. Por ello, si la competición regresa más allá de ese día, los clubs se verían obligados a renegociar la mayoría de sus compromisos, lo que supondría una dificultad añadida.

Un ojo en la ACB

La temporada está, por tanto, en jaque y los obstáculos se acumulan en el camino al regreso a las canchas. Muchos clubs abogan por la cancelación, algunos abiertamente. Los equipos implicados en la lucha por el ascenso a la ACB serían los más interesados en que el balón vuelva a volar esta temporada, aunque las dificultades son evidentes y, por ello, empiezan a tomar posiciones.

Es el caso del GBC, que solicitó a la FEB que le situase como líder haciendo valer el avergae general. La decisión podría tener importancia a la espera de lo que suceda en la ACB. Por el momento la máxima categoría está suspendida ‘sine die’, aunque los clubs intentarán terminar la competición para no perder ingresos televisivos.

Los ojos de Valladolid y GBC, primeros y segundo de la LEB, están puestos en lo que suceda en la ACB. Sin descensos no habrá ascensos, por lo que toca esperar movimientos. El partido podría acabar jugándose lejos de la pista e incluso el CSD podría tener la última palabra.

Mientras el panorama se va encaminando hacia la cancelación de la Liga o la reanudación de la competición, Marcelo Nicola permanece en Donostia a la espera de novedades.

Los estadounidenses Johnny
Dee, Alex
Murphy, Adam
Sollazzo y Reed
Timmer, además de Davis
Rozitis, han regresado a sus lugares de origen, mientras que el resto de jugadores se ha quedado en Gipuzkoa, preparándose físicamente desde sus casas con la idea de mantener al máximo la forma y estar a punto en caso de que se puede regresar a la competición. Algo que parece complicado a corto plazo.



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