Cambridge denuncia, 20 años después de perderlo, el posible robo del ‘árbol de la vida’ de Darwin

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Un testimonio fundamental del genio de uno de los mayores científicos de la historia ha pasado de estar perdido a considerarse presuntamente robado. La Universidad de Cambridge ha denunciado a la policía la desaparición de dos de los diarios de Charles Darwin, uno de los cuales incluye el famoso esquema del “árbol de la vida”. Se trata de una representación de su teoría de la evolución que data de 1837 y que muestra el parentesco entre los seres vivos fruto de las observaciones del investigador nacido en Downe, cerca de Londres en 1809.

Pero la universidad no sabe cómo salieron de sus paredes las dos joyas bibliográficas, cuyo precio desconoce pero cifra en varios millones de libras. Ni tampoco cuándo ocurrió exactamente: la última vez que alguien reconoció verlos fue en el año 2000. Los trabajadores de la enorme biblioteca, con sus 210 kilómetros de estantes y unos 10 millones de libros, mapas, manuscritos y otros documentos, pensaron durante años que se habían traspapelado, y no se presentó denuncia. 

La conclusión de que los textos ya no están en las instalaciones ha llegado este año, tras revisar minuciosamente los contenidos de las 189 cajas de las que se compone el Archivo Darwin. Los dos diarios se habían esfumado. “Mis predecesores [en el cargo] creían sinceramente en que [los textos] estaban mal ubicados en las baldas o mal archivados”, ha asegurado la directora de servicios de biblioteca, Jessica Gardner, que junto a su nuevo equipo revisó el caso y el archivo del científico.

Pasado tanto tiempo sin que hayan aparecido los documentos o alguna pista sobre su paradero, su desaparición se investiga ahora como cosa de ladrones, y así lo ha notificado por la biblioteca a la policía de Cabridgeshire. También se ha informado a la unidad especializada en arte y antigüedades de la policía metropolitana y a la Interpol. Aparecen ya como objetos perdidos en el Registro de Arte Perdido de Reino Unido y en la base de datos Psyche de Interpol, apunta CNN.

Sin embargo, la policía no cuenta con ningún hilo del que tirar para resolver el caso, ha especificado Gardner y recoge The Guardian. “Me temo que no hay nada en los registros que tenemos que nos diga algo más”, ha apuntado la bibliotecaria a la BBC. Al mismo diario, el subdirector para las colecciones de investigación en la universidad, Mark Purcell, ha señalado que los diarios no se pueden vender en el mercado abierto, pero teme que alguien los tenga guardados.

La última referencia sobre la ubicación de los cuadernos se remonta a noviembre de 2000. Aquel mes terminaron los trabajos, que se extendieron durante un par de meses, para fotografiar las páginas en el departamento de la biblioteca, adonde se habían trasladado los cuadernos desde sus estantes, en una zona especialmente protegida de las instalaciones. Pero en una revisión ordinaria, en enero del año siguiente, se comprobó que los documentos y la pequeña caja azul que los contenía ya no estaban. Los dos ejemplares perdidos y quizá robados habían sido digitalizados y se pueden consultar a través de Internet, aunque eso no compensa la pérdida del documento original en el que Darwin anotó sus observaciones a bordo del barco Beagle con el que recorrió medio mundo.

“Hoy en día se informaría de inmediato, por posible robo, la pérdida de un objeto extraviado tan importante y se emprendería una búsqueda exhaustiva”, ha apuntado Gardner, que se confiesa “desolada”. El edificio que albergaba los documentos, referidos por los bibliotecarios como los “cuadernos de la transmutación” sufrió unas obras de reforma en la época en que desaparecieron.  


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