Athenea del Castillo ha jugado pocos minutos en lo que llevamos de Mundial. La delantera tuvo que abandonar el terreno de juego pocos instantes después de pisarlo debido a un fuerte golpe en el tobillo. “Me afectó un poco el nervio, dejé de tener fuerza, sensibilidad y me asusté”, explica.
Parecía que la cántabra había sufrido una lesión, pero por suerte todo se quedó en un susto. “Piensas en perderte un mundial, a mis 22 años la oportunidad de mi vida”, dijo la debutante en el torneo de fútbol más importante.
La delantera pudo superar esta situación gracias al trabajo mental que entrena, y es por este motivo por lo que es una chica muy alegre y que todo se lo toma de manera muy positiva. “Tengo las suficientes herramientas como para saber cómo gestionarlo todo”, dijo. Al final, esta manera de afrontarlo todo es lo que le ha hecho llegar hasta aquí, hasta el Mundial de Australia y Nueva Zelanda con la selección española.
También la han ayudado sus seres queridos. “Eres fuerte, lo conseguirás”, cuenta que le decían para animarla. “Cuando tienes ese pequeñito grano de arena desde fuera también se lleva mucho mejor”, dijo Athenea, agradecida de tener a estas personas que la respaldan en todo momento.
Además, parte de estas personas, su familia, están en Nueva Zelanda acompañándola en este bonito mes de su carrera profesional como futbolista. “Es un plus y te ayuda a desconectar, sobre todo en estos momentos como el día de Japón que fueron días jodidos en lo que no lo llevas bien”, explica la gallega.
La música que suena en el vestuario da indicios de que la selección entrena de la manera más alegre posible para subir esos ánimos. “Canto, bailo… yo lo que me pongan por delante, sobre todo para sacar esa alegría que tengo y aportar al equipo algo diferente”, concluye. La madridista ya está “al 100% y con ganas del siguiente partido”.