Se acabó. Los nervios de las últimas horas pasaron a ser sonrisas en casa de los Sainz a la hora del café matutino. ‘Carletes’, como le llama la familia, ya es de Ferrari. Los gritos de alegría de todos ellos se tuvieron que escuchar en todo Madrid. Como ya adelantó MD, este jueves debía ser el día grande de Carlos, el del anuncio oficial de su fichaje por la escudería de Maranello, y así lo anunció el propio entorno del piloto a MD
escasos minutos antes de que McLaren confirmara el fichaje de Ricciardo en su lugar y la salida de Carlos
y que el conjunto italiano comunicara oficialmente la llegada de Carlos Sainz para 2021 como nuevo compañero de Charles Leclerc, sustituyendo a Sebastian Vettel la próxima campaña.
Se puso así fin a días llenos de idas y venidas digitales, de correos electrónicos y flecos que ir cuadrando en un contrato realizado de forma online, en pleno confinamiento, todo ello a un ritmo frenético tras la filtración de Vettel a la prensa alemana de su marcha de Ferrari el lunes
, seguida del anuncio oficial de Ferrari de la partida del alemán el martes. Ya hacía semanas que Carlos había sido contactado por los italianos, y desde hace meses que su nombre sonaba en la lista de los de Maranello junto a un Ricciardo, al que tumbó en la carrera por un puesto en la ‘Scuderia del Cavallino Rampante’ por su juventud (25 años por los 30 de Daniel), sus menores pretensiones económicas, su gran presente y futuro, con mucha proyección, y por cumplir a la perfección con los múltiples requisitos que buscaban los transalpinos para un puesto en un equipo que soporta más presión que el resto. Y finalmente, todo se concretó en un confinamiento que Carlos jamás olvidará.
2020: Último año en McLaren
Carlos cerrará pues este último año, diferente debido al coronavirus, su bonita andadura con McLaren, equipo en el que desde que se uniera el pasado año encontró una verdadera familia y con el que dio el paso definitivo que le faltaba, el que le hizo demostrar al mundo que verdaderamente estaba preparado para por fin subirse a un coche ganador como debería ser el Ferrari de 2021. Ahí, envió el mensaje definitivo que acabó de sorprender a todo el ‘Gran Circo’.
El español aceptó sin dudarlo en 2019 el difícil reto de sustituir a Fernando Alonso para liderar el proyecto de McLaren, cargando además la mochila de ser el único español de la parrilla, y superando cualquier expectativa en pista con el conjunto de Woking, consiguiendo la sexta posición del Mundial de Pilotos en un año en el que fue considerado por los especialistas como el tercer mejor piloto por su constancia, nulos errores y grandes resultados, pero también por el gran derroche de confianza, trabajo y ambición que mostró y su tremendo compromiso con las ganas del conjunto inglés de progresar. Lideró también al cuadro británico en el desarrollo del coche, pasándose horas y horas en la fábrica de Woking junto a sus ingenieros para seguir mejorando.
El sacrificio valió la pena. Hacía 4 años que Carlos reclamaba un asiendo con el que pelear por podios y triunfos. Se marchó del paraguas de Red Bull para ello en 2017. No lo encontró en Renault, y posteriormente en McLaren capitaneó un proyecto que tenía el objetivo de ser vencedor en unos años.
Tras su fantástico 2019, tenía dos buenas opciones en su mesa, y eso solo puede ser fruto de los esfuerzos hechos desde la primera vez que se subió a un kart de competición. Podía quedarse en McLaren, como número 1, y esperar a que el equipo continuara con esa tendencia. O dar el salto ya a las posiciones de cabeza junto a otro histórico, posiblemente el que más, Ferrari. Y Carlos, hambriento como nunca, escogió la segunda opción. El madrileño quiere vencer ya, sin esperas, y al ser contactado por Ferrari no lo dudó. Y es que como bien es sabido, el tren del ‘Cavallino’ solo pasa una vez y es mejor cogerlo.
Carlos tiene ganas de volver a levantar las manos como lo hizo en su primer podio en la F1 hace unos meses, en Brasil 2019, pero ahora de forma más continuada y mucho más ‘normal’. En Interlagos necesitó de una carrera loca en una F1 demasiado desigual, con tres equipos al frente y el resto detrás. Y en 2021, último año de las actuales reglas, ya tiene asegurado un asiento dentro de uno de esos 3 conjuntos dominadores. Solo hay 6 monoplazas en el ‘Gran Circo’ preparados para ganar y Carlos estará en uno de ellos.
El reto de medirse a Charles Leclerc
En Ferrari le esperarán muchos retos más. Sobre todo, el de medirse de tú a tú a un Charles Leclerc que es el gran proyecto de futuro campeón que quería Ferrari. El monegasco ha logrado destronar del cuadro a todo un tetracampeón como Vettel, quitándole el brazalete de capitán antes de tenerse que enfrentar todavía como compañeros a un último año que se antoja lleno de chispas entre ambos, ya sin ordenes de equipo que valgan (si algún día valieron) en el cuadro rojo.
El madrileño llegará a Ferrari con un Charles que ya contará con dos años de experiencia en Maranello, asentado, y que ya habrá pilotado un año prácticamente el mismo coche en el que el español se subirá en 2021 debido a las pocas modificaciones que se harán en los monoplazas para abaratar costes debido a la crisis del coronavirus. Así pues, deberá primero aclimatarse a un asiento nuevo en un coche que pudo sacar de sus casillas a todo un Vettel por su gran sobreviraje, algo que pareció importar poco a un Leclerc mucho más decidido pese a los trallazos del bólido rosso. Deberá aclimatarse, acostumbrarse a la metodología de un equipo diferente, hacerse de la familia y hacerse con el vehículo, a sabiendas pero de que deberá rendir al máximo desde el inicio sin ningún error. Así es Ferrari. No hay margen para las equivocaciones y la paciencia es más bien poca. Y una vez ahí, cuando comprenda su monoplaza a la perfección, su reto no puede ser otro que mirar a los ojos a Leclerc, uno de los mayores talentos de futuro de la parrilla, para buscar su sueño, aquel que lleva repitiendo desde hace años y que muchos pasaron por alto: ser campeón.
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