Carrasco, entre la incomprensión de Bélgica y su recadito a Roberto Martínez

Yannick Carrasco es uno de los hombres de moda en el
Atlético de Madrid. El jugador belga es de los futbolistas que más en forma están ahora mismo en el cuadro colchonero, pero también en LaLiga.

Suma ahora mismo 829 minutos en el curso, en 14 partidos, nueve de ellos como titular, con tres goles y tres asistencias. Sus actuaciones no han pasado desapercibidas. Sobre todo en su país, donde sus pasos se siguen.

El jugador ha reconocido que el parón por coronavirus fue clave para él. “Me siento físicamente bien. ¡Qué placer jugar al fútbol sin dolor! Cuando regresé al Atlético enero, también estaba bien, pero acababa de tomarme unas vacaciones de dos meses”, reconoció el jugador en una entrevista publicada el pasado día 16 en Bélgica.

“Por supuesto que pasé esos meses en Bélgica y pasé cinco de los siete días con Lieven Maesschalck, pero trabajar en una sala, sin balón, no es lo mismo. Puede sonar muy egoísta, pero el encierro fue en realidad una suerte para mí. Puso a todos al mismo nivel. Para mí fue ideal, aunque fue un final de temporada muy extraño‘’, señaló sobre final de temporada anterior.

Carrasco confesó que él tiene una espina clavada respecto a sus compatriotas. “‘¿Sabes lo que a veces encuentro un poco triste? Aquí en España todo el mundo me felicitó por el gol que le marqué a un crack como Marc-André ter Stegen, en un partido bueno de todo el equipo. Pero en Bélgica escuché: ‘Sí, pero es culpa del portero …’”‘, se lamentó en palabras a ‘Sport/Voetbalmagazine’.

“Estoy orgulloso de ser belga, pero ¿por qué querrías enfatizar el error del portero en lugar de felicitarme? A veces pienso, si fuera otro jugador, se hablaría de un genio. Luego veríamos la repetición un centenar de veces y ni siquiera hablaríamos del portero”, señaló el jugador colchonero.

Y es en este sentido que se quejó de la imagen que tiene en su país. “Pero como es Yannick Carrasco, vamos a señalar lo que está mal. No creo que sea un tipo molesto, siempre soy respetuoso, bilingüe franco-holandés y, sin embargo, siempre me critican. ¿Por qué no se alegran cuando hago algo bueno?”, se preguntó.

Sobre todo en referencia a las críticas que le cayeron tras el partido con su país, ante Inglaterra, en el que fue de los mejores pero falló dos buenas ocasiones. ”Sí, por ejemplo. Noto que hay ‘chau chau’ y jugadores que son el blanco de los periodistas. Estoy acostumbrado y no creo que vaya a cambiar ahora, pero algunas de las críticas de los periódicos me dan una mala imagen‘. Es como si un jugador que no ves en el partido marca un gol y sólo se habla de él al día siguiente. Para jugadores como yo, que trabajamos mucho, a veces en la sombra, es normal que sea irritante”, apuntó.

SU POSICIÓN CON LOS DIABLOS ROJOS

Sobre su posición con la selección belga también tuvo palabras. De hecho le envió un recado al seleccionador, a Roberto Martíne
z. En su país está jugando de lateral. “Está claro que ésa no es mi mejor posición”, se sinceró. “Contra Inglaterra, con la ausencia de Eden
Hazard , todos vieron que puedo hacerlo mejor si puedo jugar más adelante. Rindo más, me atrevo más. No me gusta jugar más bajo, pero quiero ayudar al equipo”, explicó a ‘Sport/Voetbalmagazine’ para señalar que con el madridista en el equipo su situación se ve condicionada.

“El aspecto defensivo no es mi punto fuerte y esta posición me mantiene alejado de la portería, pero Eden está por delante mí por lo que no hay discusión”, dijo Carrasco. “Es el pivote del equipo. Así que en lugar de regatear como en el Atlético, le doy el balón, eso es normal. Y eso es lo que me piden. Tienes que poder aceptar tu papel en un colectivo. Yo no lo cuestiono“, afirmó.

El colchonero reconoció que Nacer Chadli o Thorgan
Hazard están en la misma situación. “Los tres estamos un poco en la misma situación. Podemos ocuparnos de todo el flanco, pero en realidad somos extremos, así que en algún lugar tenemos que sacrificar nuestras ambiciones de ataque por el aspecto defensivo”. Una circunstancia que para otros compañeros es al contrario. “Con Thomas Meunier y Timothy Castagne es al revés. Se les entrena como lateral derecho, y en este sistema se les pide que hagan más. Para ellos eso es genial, porque consiguen más libertad. Tienen la ventaja con nosotros de que no tienen miedo de cometer una estupidez en defensa, así que atacan más. Por otro lado, tenemos tanto miedo de cometer un error defensivo que pensamos más en la defensa que en el ataque”, se lamentó.

“Quiero decirlo claramente. Si marcamos un gol dirán que es el contrario el que ha defendido mal. Y si nos superan a nosotros dirán que es que no podemos o sabemos defender, que por qué nos ponen en esa posición y bla, bla, bla…”, dijo el colchonero visiblemente frustrado.


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