Pasan los años y muchos aficionados del Real Madrid y del fútbol en general todavía no se ponen de acuerdo al nombrar al efectivo ‘stopper’ del equipo blanco, convertido en la actualidad en el sorprendente segundo máximo goleador merengue (6) por detrás de Karim Benzema (17): unos dicen ‘Casimiro’, otros ‘Casemiro’.
Lo cierto es que el mediocentro brasileño, que este martes cumple 29 años de edad, consta en su partida de nacimiento como Carlos Henrique José Francisco Venancio Casimiro. En las actas arbitrales también aparece como Carlos Henrique Casimiro, aunque deportivamente se le conoce como ‘Casemiro’. En sus fichas futbolísticas de la infancia constaba ‘Casimiro’, y así firmaba de niño entonces (ver foto).
El ‘14’ merengue ‘corrigió’ el apellido de su madre, aunque sólo se tratase de cambiar una simple vocal (la ‘i’ por la ‘e’), por una cuestión de susperstición. En una entrevista con el canal #Vamos, el centrocampista brasileño confesó que “poca gente sabe que me llamo realmente Casimiro. Cuando jugaba en Brasil, hubo un partido en Sao Paulo en el que la gente empezó a llamarme Casemiro. Ese día hice un partidazo y decidí que me siguiesen llamando así, con ‘e’. Y hasta hoy”.
Zinedine Zidane se suele referir a Casemiro como ‘Case’, un sobrenombre abreviado con el que también se dirigía al brasileño el antecesor del francés en el banquillo madridista, Rafa Benítez. El defenestrado técnico madrileño fue el primero que intentó acomodar en un once merengue plagado de estrellas al hoy internacional de la ‘canarinha’
El inseparable ‘guardaespaldas’ de Toni Kroos y Luka Modric es desde hace tiempo indiscutible e indispensable en este Real Madrid. Su crecimiento como futbolista ha sido vertiginoso y es el salvavidas al que agarrarse cuando el centro del campo merengue empieza a hacer aguas.
Una infancia muy complicada
La infancia de ‘Casimiro’ no fue fácil. Residía en uno de los barrios más pobres de Sao José dos Campos, ciudad de unos 600.000 habitantes a 94 kilómetros de Sao Paulo. A los tres años su padre se marchó de casa y tuvo que vivir en una habitación con su madre (Magda) y sus dos hermanos (Lucas y Blanca).
También lo pasó mal cuando en el Sao Paulo, uno de los grandes de Brasil, le acusaron de haberse acomodado y terminó en el banquillo. Pasado de kilos y despistado fuera del césped, le bautizaron ‘Casemarra’, en un juego de palabras entre su nombre y las maneras arrogantes que, según la prensa, gastaba en ocasiones. Sin minutos y tocando de cerca la misera del fútbol, le llegó la oportunidad de enrolarse en enero de 2013 en el Real Madrid Castilla de Alberto Toril, donde jugó 15 partidos (1.206 minutos) y anotó un gol (contra el Alcorcón).
Mourinho le hizo debutar
En los últimos días de José Mourinho al frente del cuadro merengue, Casemiro debutó en el primer equipo del Real Madrid en abril de aquel año, en un partido contra el Real Betis en el Santiago Bernabéu (3-1). Poco después, el club blanco ejerció la opción de compra y abonó 5,5 millones de euros al Sao Paulo.
El italiano Carlo Ancelotti, sucesor del técnico portugués, no le encontró acomodo en la plantilla y acabó cedido en el Porto, donde completó una magnífica temporada (2014-15). Volvió al club merengue de puntillas, como había llegado en su día, para terminar erigiéndose en una pieza clave en el esquema de Zidane.
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