La confirmación de cinco casos del virus de la Influencia Aviaria de Alta Patogenidad en animales muertos en Soses (Lleida) ha llevado al departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat a extremar las medidas de control en las granjas avícolas hasta mediados de abril, cuando baja el paso de aves migratorias en Cataluña. Hasta entonces se suspende la cría de aves de corral al aire libre y se ha de separar a las ocas y patos de otras aves. El riesgo de contagio de la gripe aviar a humanos es muy reducido.
Pese al hallazgo, la Generalitat ha informado este viernes, a través de una nota, que todo el territorio catalán sigue siendo reconocido como espacio libre de influenza aviar y que, por tanto, no se puede imponer ningún tipo de veto en el comercio a los productos relacionados con aves de corral. La alerta de Acción Climática había saltado el pasado 22 de diciembre, cuando se encontraron los cadáveres un total de cinco aves, entre cisnes y cigüeñas, en la mitad del río Segre. En las muestras tomadas se halló el virus H1N5.
En una entrevista a RAC-1, el investigador del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA), Joaquim Segalés ha recordado que es muy poco probable que haya un contagio de esa enfermedad a seres humanos. “Esto simplemente significa que debemos empezar a tomar algunas medidas de seguridad en aves de corral, pero no es necesario ser alarmista”, ha explicado el también catedrático de la Facultad de Veterinaria de la UAB.
La decisión de la Generalitat va en consonancia con las directivas del Ministerio de Agricultura. El departamento ha explicado que en breve publicará una resolución en la que se prohibirán, entre otras cosas, la crianza de aves de corral al aire libre o que, por ejemplo, se tengan en esos sitios también patos u ocas. Acción Climática podrá eventualmente autorizar que las granjas que lo necesiten puedan poner algún tipo de telas que cubran el espacio. También se pide extremar las medidas para que no se comparta el agua entre diferentes especies.
La Generalitat busca extender las medidas a todo el territorio catalán, más allá de los municipios considerados zona de riesgo por ser lugares donde pasan aves migratorias. Los brotes de esta enfermedad pueden derivar en sanciones comerciales. Algunos países, como Dinamarca, se han visto obligados a sacrificar miles de pavos para intentar contener un brote encontrado en granjas de producción avícola.
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