Cazadores furtivos han acabado con la vida de Rafiki, uno de los últimos gorilas de monttaña de Uganda, en el Parque Nacional del Bosque de Bwindi. Cabe destacar que esta especie está en peligro de extinción crítico, y los expertos creen que apenas quedan 1.000 ejemplares.
Este Parque Nacional está declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Organización de la ONU. Es el hábitat de casi la mitad de los gorilas de montaña que quedan en el mundo.
Rafiki, que significa «amigo» en suajili, era el macho de espalda platada de la familia de Nkuringo, compuesta por un total de 17 miembros. Además, era un animal muy querido entre los visitantes del parque y los ugandeses.
Tal y como ha determinado la autopsia, murió después de que su abdomen fuera atravesado por un objeto afilado.
Los equipos de rastreadores del parque le perdieron la pista a Rafiki el 1 de junio, y le llevaban buscando desde entonces. Fueron ellos quienes encontraron su cadáver en una zona aislada del Bosque de Bwindi.
La Autoridad de Vida Salvaje de Uganda ya ha detenido a cuatro sospechosos. Uno de ellos tenía además carne de potomoquero, una especie de cerdo salvaje, y una gran colección de armas de caza.
Gorila de montaña, una especie en peligro crítico de extinción
La población de gorilas de montaña que queda en estos momentos habita en tres parques de Ruanda, Uganda y República Democrática del Congo.
En los últimos ocho años, la población ha aumentado en el Parque de Virunga, en la República Democrática del Congo, pasando de 480 ejemplares en 2010 a 604 en 2020. Sumados a los gorilas de montaña que habitan en Uganda y Ruanda, la población de esta especie asciende a 1.004 ejemplares.
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