Por convicción, por necesidad porque no va sobrado de central, por mantener la paz social dentro del vestuario o por no devaluar al jugador, el caso es que Albert Celades indultó este viernes a Mouctar Diakhaby antes de visitar al Real Madrid tras haber apuntado los focos hacia el francés el viernes tras su error que permitió al Levante preparar el derbi.
“Por supuesto que es un jugador recuperable y en eso vamos a trabajar”, señaló el técnico que dijo que “no hay jugadores sentenciados”.
“Contamos con Diakhaby como con el resto de la plantilla. Todos hemos cometido errores y no por eso desechamos a nadie. Debemos ser un equipo fuerte y tenemos que agruparnos y mirar en la misma dirección sin buscar culpables”, explicó.
El técnico restó importancia a sus declaraciones y dijo que tras el derbi quiso expresar “que esos errores repetidos nos han costado muchos puntos” pero recalcó que “estamos todos en el mismo barco.
De hecho, preguntado por los 60 goles que han encajado en 40 partidos señaló que “cuando hay una cifra tan elevada no puede ser un error individual, yo soy el primer culpable de esta situación”.
Celades admitió que contempla la posibilidad de Coquelin como central y más con el regreso de Geoffrey Kondogbia. “Es un jugador importante y cuantos más jugadores tengamos, mejor. Necesitamos a todo el mundo. Es un jugador que nos da muchas cosas y estamos contentos de poder contar con él”, apuntó.
Respecto al Madrid recordó que “es un equipo muy fuerte con algunos de los mejores jugadores del mundo, te exige mucho, como es normal”. “Si por algo destacan esta temporada es por ser muy sólidos en defensa, ya que es el equipo que menos goles ha encajado. Es un equipo lleno de grandes jugadores, con un magnífico entrenador y del máximo nivel”, apuntó.
El catalán intentó quitarse presión para la clasificación de la Champions. “No me gusta plantear objetivo a largo plazo, el objetivo es competir e intentar ganar. Después del del Madrid, el objetivo será Osasuna, sin pensar en la clasificación”, concluyó.
Escucha aquí las palabras de Albert Celades:
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