Ese domingo fue día de despedidas.
Carlos Sainz saludaba a McLaren para irse a Ferrari
, Ricciardo hacia lo propio con Renault para ocupar el puesto de Carlos, que a su vez, se hará con el sitio de un Vettel que se despidió de Ferrari siendo 14º con la esperanza de que el próximo año pueda recuperar su nivel con Aston Martin. Por su parte, Magnussen decía adiós a la F1 con Haas con una 18ª posición, desde dentro de su coche, a diferencia de un Grosjean que tuvo que ver el GP desde fuera tras su accidente de hace unas semanas. Todos ellos vivieron un día especial, muy diferente al que tuvieron pilotos como Albon o Pérez, todavía sin conocer su futuro.
Cada vez parece más claro que, tras la enorme victoria de ‘Checo’ en el GP de Sakhir, el mexicano, que ayer abandonó por un problema de motor, le arrebatará el asiento en Red Bull a un Alex Albon que ayer fue cuarto. El tailandés, tras la carrera parecía derrotado pese a que no desvelaba nada.
“Creo que he hecho un buen trabajo este fin de semana. Estoy orgulloso de mi mismo y espero que sea suficiente. Quiero seguir involucrado en la F1 aunque no sea con un asiento el año que viene”. Sonó a adiós a su actual volante, aunque falta confirmación oficial.
Más contundente se mostraba Daniil Kvyat, que pese a sus 26 años, parece haber agotado su paciencia ante la presión vivida en Alpha Tauri bajo el paraguas de Red Bull. “No creo que esté aquí el año que viene. Me han dicho que ellos quieren a Tsunoda (joven piloto de la academia de Red Bull y hombre de Honda) y esa es la prioridad para ellos, poner un piloto joven en el equipo”, reveló a ‘Movistar F1’
“El año que viene quiero vacaciones, de verdad, la Fórmula 1 me cansa mucho. En especial, este ambiente de Alpha Tauri, de mucha presión, siempre con pilotos jóvenes detrás. Me gustaría volver en el año 2022”, finalizó el piloto de 26 años
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