China ha anunciado nuevas restricciones a las actividades de los diplomáticos estadounidenses que trabajan en China continental y Hong Kong, en lo que llamó una respuesta justificada a medidas similares impuestas a los diplomáticos chinos en Estados Unidos el año pasado.
En un comunicado publicado en línea el viernes por la noche, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que las reglas se aplicarían a los diplomáticos de alto nivel y al resto del personal de la embajada estadounidense en Beijing y los consulados en toda China.
Sin embargo, el portavoz dijo que China apoya los intercambios normales y la cooperación entre todos los sectores de los dos países ”y dijo que las restricciones podrían levantarse si Estados Unidos revocara las medidas que impuso en octubre pasado.
Una vez más, instamos a la parte estadounidense a que corrija inmediatamente sus errores y levante las restricciones irrazonables impuestas a la Embajada y los consulados chinos y su personal. China dará respuestas recíprocas a las acciones de Estados Unidos, dijo el portavoz, que no fue identificado.
No se dieron detalles sobre las nuevas restricciones. Los diplomáticos estadounidenses ya enfrentan límites sobre qué partes del país pueden visitar e incluso acceder a los campus universitarios. Las reglas estadounidenses requieren que los diplomáticos chinos informen sobre viajes y reuniones en lo que se consideró un intento de evitar la interferencia dentro de la comunidad china en el extranjero y los estudiantes extranjeros.
Washington también se ha quejado de la falta de reciprocidad en el acceso a los medios, diciendo que los diplomáticos chinos pueden expresar sus puntos de vista en los medios estadounidenses, mientras que los medios estatales chinos rechazan a los representantes estadounidenses.
Más recientemente, el Departamento de Estado protestó por la negativa del periódico insignia del Partido Comunista, People’s Daily, a publicar un artículo de opinión del embajador Terry Branstad. El periódico respondió que el artículo no cumplía con sus estándares editoriales.
Las tensiones entre China y Estados Unidos sobre el comercio, la tecnología y una multitud de otros temas se han extendido cada vez más a las áreas de la diplomacia y los medios de comunicación, y Estados Unidos ordenó el cierre del consulado chino en Houston en julio.
China respondió ordenando el cierre del Consulado de Estados Unidos en la ciudad suroccidental de Chengdu, un doble golpe debido al papel clave de la misión en el monitoreo de las actividades en la inquieta región del Himalaya del Tíbet.
Estados Unidos también limitó el número de ciudadanos chinos que trabajan para medios de comunicación estatales en Estados Unidos, lo que llevó a la expulsión efectiva de 60 reporteros, y redujo la duración de las visas para otros de un año a tres meses.
Eso ha traído una nueva presión sobre los medios estadounidenses en China, y Beijing ha retrasado la renovación de las credenciales de varios de sus periodistas en espera de una respuesta positiva de Washington.