El conflicto bélico, que concluyó mediante la firma de acuerdos de paz entre el gobierno y la guerrilla, el 16 de enero de 1992, dejó unos 75 mil muertos y más de siete mil desaparecidos.
La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) publicó los resultados preliminares de la visita que hizo a El Salvador entre el 2 y el 4 de diciembre. Entre sus 43 recomendaciones, pidió ordenar y entregar los archivos de las fuerzas de seguridad que actuaron durante durante la guerra civil (1980-1992) con el objetivo de avanzar en la reconstrucción de la verdad de los crímenes cometidos durante el conflicto bélico.
De acuerdo con el portal El Mundo, la CIDH también solicitó que se reconstruyan los documentos que hayan sido destruidos “o los que no se produjeron cuando legalmente debía producirse”.
“La CIDH recuerda que en distintas decisiones, la Comisión y la Corte Interamericana han establecido que la excepción de seguridad nacional no puede oponerse por los organismos presuntamente involucrados en una violación de derechos humanos como razón para mantener en reserva, documentos necesarios para esclarecer estas violaciones”, dice el documento revelado el pasado viernes 27 de diciembre.
La guerra civil salvadoreña, que concluyó mediante la firma de acuerdos de paz entre el gobierno y la guerrilla, el 16 de enero de 1992, dejó unos 75 mil muertos y más de siete mil desaparecidos.
CIDH presenta observaciones preliminares de visita in loco realizada en diciembre de 2019, por invitación de #ElSalvador, para observar en terreno, situación de #DDHH en el país. Comunicado con más info: ? https://t.co/242djOPjDQ… y aquí el video de la visita ?? pic.twitter.com/Nl9IGuoief
— CIDH – IACHR (@CIDH) December 27, 2019
Durante su visita a El Salvador, el órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) se reunió con el gobierno, víctimas, organizaciones defensoras de derechos humanos y visitó cárceles para conocer y evaluar su situación.
El informe preliminar también insta al Estado a fortalecer el sistema de justicia y crear juzgados especializados como una estrategia para investigar y juzgar los crímenes de guerra, especialmente, donde las víctimas son personas de muy avanzada edad.
Por otra parte, y con base en información de CNN, la CIDH también se congratuló porque en los primeros seis meses del gobierno de Nayib Bukele, la tasa de homicidios se redujo drásticamente hasta alcanzar aproximadamente 50 por cada 100 mil habitantes, una de las cifras más bajas desde los acuerdos de paz, y también destacó la reducción de la incidencia delincuencial durante el mismo periodo.
No obstante, el organismo se mostró preocupad0 por las deficientes condiciones de las cárceles que fueron visitadas: hacinamiento, deficiente infraestructura, insalubridad, ausencia de programas fundamentalmente para reinserción en centros de seguridad y máxima seguridad que albergan a aproximadamente 16 mil personas, atención médica insuficiente, y escaso e inadecuado acceso al agua.
Respecto a los penales de máxima seguridad, la CIDH puso énfasis en el aislamiento, el cual se utilizaría en contraposición a los estándares internacionales en la materia, ya que las personas en esta condición no tienen horas al sol, no están en contacto con otros internos, salvo con sus compañeros de celdas y no realizan ningún tipo de actividad académica, laboral o recreativa.
También se refirió a los patrones socioculturales discriminatorios que permean la sociedad salvadoreña, los cuales vulneran el derecho de las mujeres y de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex (LGBTI) a vivir libres de violencia y de discriminación.
Por lo anterior, pidió adoptar un plan para la protección para la comunidad LGBTI, incluyendo su acceso a la justicia, a educación, salud y empleo. Y en lo que respecta a las mujeres urgió a revisar los casos de personas condenadas a penas de prisión severas acusadas por homicidio agravado por hechos relativos a emergencias o complicaciones obstétricas; así como dar trámite prioritario a las solicitudes de conmutación de la pena en curso.