Cinco semanas de trabajo antes de volver a la competición



Los futbolistas de nuestro campeonato tendrán que cumplir un protocolo de pruebas médicas exhaustivas antes de volver a los entrenamientos, específicamente aquellos que se hayan contagiado de covid-19. Test de esfuerzo pulmonar, ecocardiograma color doppler, ECG Hotler 24 horas, espirometría, exámenes hematológicos y un TAC. “El coronavirus no sólo puede provocar patologías en los pulmones, también en el corazón”, explica el doctor de Medicina Deportiva de la Clínica Corachán Cristian Sempere. “Es básica la batería de pruebas exhaustiva para comprobar que aquellos futbolistas que han pasado el covid-16 no tienen afectado ningún órgano, después ya se podrá pasar a la siguiente fase del entrenamiento”.

Una de cada cinco personas hospitalizadas por la Covid-19 sufren daños en el corazón, según un estudio de 416 pacientes tratados en Wuhan. No todas ellas tenían enfermedades cardíacas previas. Algunas sufrirán secuelas a largo plazo. Los daños sobre el corazón, confirmados en las últimas semanas en hospitales de todo el mundo y analizados en más de doscientos artículos científicos publicados en revistas médicas, hacen que los estudios a los que se deban someter los futbolistas antes de pensar en los entrenamientos sean básicos.

Una vez superados los exámenes médicos, vuelta a los entrenamientos paulatina, primero de forma individual, después en grupos de dos o tres jugadores, para acabar entrenando en conjunto.

“Los futbolistas están trabajando en sus gimnasios, los más privilegiados, o como pueden en sus casas – explica Fito Florensa, de KOA- pero están entrenando con zapatillas. El drop es la diferencia de altura entre la suela de tu calzado y la punta. Una bamba con suela gruesa tiene mucho drop en comparación con una bota de fútbol donde los tacos se clavan en el césped, se pierde movilidad en el tobillo, así que lo primero será volver a las botas… Si el parón hubiera durado sólo de un mes se necesitaría tres semanas de mini-pretemporada teniendo en cuenta que el cuerpo tiene memoria y se adapta mucho más rápido que viniendo de vacaciones y más en un deportista de élite, aunque se tendrá que valorar cómo llega cada jugador y su tipología. Si el parón es de dos meses, necesitaríamos cinco semanas de adaptación para poder competir”. La opinión de Florensa la comparte Carles Sirván, preparador físico de la selección andorrana de fútbol, que advierte de las lesiones que podrían provocar un trabajo insuficiente: “Hablamos de lesiones musculares y tejido conectivo (tendones, ligamentos, fascias…). También es importante saber si hablamos de una pre-temporada destinada a acabar el campeonato, es decir preparar al cuerpo para dos meses y medio de competición, o estamos hablando de una pre-temporada que abarque lo que queda por jugar y la siguiente, doce meses …”.

El catedrático Errico Castellacci, médico de la selección italiana de fútbol durante 16 años, también se suma a estas cinco semanas de trabajo antes de competir “y teniendo en cuenta de que estaremos conviviendo con el virus y nos tendremos que adaptar a esas circunstancias. No sé cuantos clubs en España podrán seguir el protocolo que están diseñando con habitaciones individuales, vestuarios separados, complicado… Tengan en cuenta que además los futbolistas no están de vacaciones, están confinados”.

El estrés emocional es un aspecto que el doctor Cristian Sempere considera importante: “Plantearía un apoyo psicológico, técnicas de relajación, ayuda para recuperar el equilibrio porque en multitud de lesiones interviene el estrés emocional. Cuando empiecen a entrenar no vendrán de vacaciones, son factores importantes”

Los jugadores siguen el trabajo en casa para no perder la forma

Así se machaca Messi en su casa

Ter Stegen también se entrena en casa


Source link