Ciudadanos insta al PSOE a poner documentos sobre la mesa para empezar a negociar los Presupuestos

Reunión entre el Gobierno y Ciudadanos el lunes pasado para abordar los rebrotes y las medidas pactadas durante la pandemia.
Reunión entre el Gobierno y Ciudadanos el lunes pasado para abordar los rebrotes y las medidas pactadas durante la pandemia.Moncloa

El Gobierno mantiene abiertos todos los caminos para sacar adelante los Presupuestos Generales, pero las últimas semanas han ido acercando la posibilidad de que las cuentas tengan el apoyo de Ciudadanos, y alejando la negociación con ERC. En La Moncloa ven factible que el partido de Inés Arrimadas pueda aprobar las cuentas públicas al tiempo que encuentran más difícil lograr el voto a favor de los republicanos independentistas catalanes. Estos también reconocen el clima cada vez menos propicio para sentarse a negociar. La vía Ciudadanos amenaza con fuertes tensiones entre PSOE y Podemos, socios en el Gobierno.

Poco a poco, como la lenta pero constante caída en un reloj de arena, el contexto político está empujando en la dirección de un acuerdo presupuestario por el centro, según sostienen fuentes socialistas. La vía centrista no era la primera opción en La Moncloa hace solo unos meses: al contrario, la prioridad era reforzar la mayoría de la investidura de Pedro Sánchez, pero en el Ejecutivo y en el PSOE se empieza a divisar cada vez más complicado que ERC dé su voto a favor a las cuentas públicas antes de las próximas elecciones catalanas. Ante esas dificultades, la parte socialista del Gobierno ve con mejores ojos la alternativa: Ciudadanos, un partido que en plena pandemia ha emprendido un giro estratégico centrista y que se presenta dispuesto a negociar.

En La Moncloa creen que hoy por hoy es más viable un acuerdo con Ciudadanos para aprobar los Presupuestos Generales que con ERC, su socio de la investidura. En el Ejecutivo ven mimbres para un pacto con el partido de Arrimadas porque la formación ya ha preparado el terreno con su apoyo a las prórrogas del estado de alarma, y porque su estrategia de recuperación tras la caída electoral de Albert Rivera descansa en volver a mostrarse como un partido útil. “Esa senda de utilidad que quieren seguir en Cs termina aprobando los Presupuestos”, estiman fuentes del Ejecutivo.

Esa disposición de Cs a negociar los Presupuestos, que confirman en el partido de Arrimadas, contrasta con el progresivo distanciamiento de ERC de la coalición en La Moncloa. Para los republicanos es hoy “terriblemente complicado” sentarse a negociar las cuentas públicas con el Gobierno, según fuentes de su dirección, por el “camino judicial” en el que permanece encallado, en su opinión, el “conflicto político” catalán. “Uno de los puntos clave de la negociación de la investidura de Pedro Sánchez fue el de apartar las togas del conflicto. Y la Fiscalía General se ha cargado el tercer grado de los presos catalanes”, se quejan en la cúpula republicana. Además del suspenso del tercer grado de los presos del procés, este mes de julio tampoco se ha reunido la mesa de diálogo que ERC pactó con el PSOE. Y la marcha de España del rey Juan Carlos por sus presuntas irregularidades fiscales ha terminado por enrarecer el clima entre ambos partidos. “Cada una de las cosas que van pasando nos aleja más de sentarnos como si no pasara nada”, lamentan en ERC.

Los republicanos han registrado en el Congreso una petición conjunta con Junts per Catalunya, la CUP y EH Bildu para que Pedro Sánchez y la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, comparezcan en un pleno extraordinario para explicar su papel en “la huida del rey emérito”. Al contrario, la posición de Cs en la crisis por la salida de Juan Carlos I está alineada con la del PSOE.

El Gobierno no va a cerrar ninguna puerta e intentará negociar con todos, pero fuentes socialistas reconocen que “la opción de Ciudadanos para los Presupuestos es más viable hoy que la de ERC”. “Hasta que no se celebren las catalanas, ERC está muy tensionada”, analizan estas mismas fuentes, que insisten en que el contexto hace “difícil pactar con ellos antes de las elecciones”. De momento, en el Ejecutivo sostienen que aún no se han sentado a negociar ni con unos ni con otros, porque la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, está todavía elaborando el cuadro macro con los ministerios, y todo podría cambiar cuando eche a andar la negociación.

El principal problema de la vía Ciudadanos es la tensión que provoca entre los socios de la coalición de Gobierno. Unidas Podemos advirtió la semana pasada al PSOE de que un pacto con Cs es una línea roja, pero el presidente Sánchez confirmó después que irá adelante con la búsqueda amplia de apoyos. “Vamos a hablar con todas las fuerzas políticas y les vamos a pedir altura de miras, que arrimen el hombro. Aquí no hay límite de aforo”, esgrimió Sánchez en un mensaje claro a sus socios. En La Moncloa saben que salvar ese escollo será difícil: ni Unidas Podemos quiere pactar con Cs, ni Cs con Unidas Podemos. La pregunta es si existe un punto de equilibrio entre ambos.


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