El cuidado de la piel es muy importante para que esté saludable y en las mejores condiciones, tanto del rostro como del resto del cuerpo. Si quieres saber cómo tener la piel radiante, sigue leyendo y te damos las claves para que puedas lograrlo con éxito.
La piel funciona como una barrera protectora ante agentes externos, filtrando todo lo que puede resultar perjudicial para el organismo y absorbiendo lo bueno. Gracias a la piel se regula la temperatura corporal o se eliminan sustancias nocivas que pueden afectar a la salud.
Cómo tener la piel radiante con los cuidados adecuados
- Alimentación: es muy importante que tu alimentación sea saludable y equilibrada, ya que de no serlo tu piel será propensa a padecer enfermedades cutáneas, irritaciones y diversas afecciones. Incluye en tu dieta muchas frutas y verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos, semillas, pescados y carnes magras. Evita bollería, ultraprocesados, embutidos y cocinados que generen mucha grasa, como las frituras.
- Protección solar: uno de los factores que más daño le puede hacer a la piel es el sol, por lo que hay que protegerla a diario de sus efectos. No importa si es invierno o verano, el sol siempre está ahí, incluso si el día está nublado sus rayos nos afectan. Ponte protector solar a diario, con mayor factor durante los meses de verano.
- Rutinas de limpieza: para que puedas tener la piel radiante es indispensable que sigas una rutina diaria de limpieza, empezando por lavarte la cara cada mañana y desmaquillarte siempre antes de acostarte. Es imprescindible que cualquier producto que utilices sea siempre específico para tu tipo de piel.
- Dormir: el sueño también influye en el estado de la piel, por lo que debes dormir al menos 7-8 horas diarias para que pueda lucir en su mejor estado. La falta de sueño o el sueño de mala calidad afecta a la piel, la vuelve más débil frente a agentes externos.
- Malos hábitos: tanto el consumo excesivo de alcohol como el tabaco son malos hábitos que, entre sus muchos efectos negativos, incluyen estropear la apariencia de la piel.