Código empresarial y parlamento abierto sobre outsourcing | Columnas Financieras 12/02/2020

Queda claro que cuando el mandatario piensa cambiar una actividad u organismo que no le convence, no lo piensa. Dispara a la línea de flotación, escribe José Yuste en Excélsior.

Los diarios de circulación nacional presentan opiniones y editoriales con información y trascendidos relevantes en materia económica.

Dinero, de Enrique Galván, en La Jornada:

Código empresarial

El Consejo Coordinador Empresarial presentó un decálogo cuyo nombre es Código de Integridad y Ética Empresarial. No es el primero, ya se han formulado otros. Le tocó al presidente del consejo, Carlos Salazar Lomelín, darlo a conocer. Uno de sus principios es el compromiso de combatir la corrupción. Si sólo ese se cumpliera, sería suficiente.

Los escándalos de corrupción aparecen a lo largo de la historia de los negocios en México, uno de los más sonados y recientes es el de Odebrecht. Es difícil que ocurra un episodio de corrupción sin el acuerdo del funcionario público y un empresario.

Capitanes, en Reforma:

Parlamento abierto

Las miradas de todos los involucrados del sector laboral estarán puestas en el Senado de la República, donde el tema del outsourcing será abordado hoy en la sesión de Parlamento Abierto. Mucho se ha dicho y escrito al respecto, pero resultará interesante seguir y escuchar las propuestas, algunas diametralmente opuestas, así como la forma en que medirán fuerzas sus participantes.

En la mesa existen varias iniciativas, la más polémica es la del senador Napoleón Gómez Urrutia, la cual equipara la subcontratación abusiva con el crimen organizado. Del otro lado, está la de la Secretaría del Trabajo, que lleva Luisa María Alcalde, con un enfoque más light y que pretende establecer un registro de empresas de subcontratación con el objetivo de que las firmas que se dedican a esta práctica se formalicen.

Coordenadas, de Enrique Quintana, en El Financiero:

Salir de la polarización

Hay un enfrentamiento inédito en el México contemporáneo. No se trata de un problema cosmético o de un asunto de un estado de ánimo pasajero. Se trata de un hecho cuya gravedad hasta ahora no ha sido reconocido por ninguna de las partes involucradas, que casi lo ven como natural. El presidente ha dicho que es la resistencia esperada de quienes ven afectados sus intereses, y sus detractores consideran que se trata de la crítica que merece el desempeño de López Obrador.

Quienes pensamos que, al margen de estar de acuerdo o no con el programa de López Obrador, debemos preservar la institucionalidad del país y por lo mismo debemos encontrar puntos de convergencia, al margen de las diferencias, nos estamos convirtiendo cada vez más en una minoría. Sin embargo, hay que argumentar y reafirmar la posición, no importa que en ese afán quedemos pocos.

Cuarta Transformación, de Darío Celis, en El Financiero:

La piñata de Napito

El albazo legislativo que Napoleón Gómez Urrutia quiso dar con su reforma laboral, fue tan burdo que la Junta de Coordinación Política del Senado la congeló. Los diputados presentaron 17 iniciativas como respuesta, los dirigentes sindicales y del sector privado la rechazaron por arbitraria y muchos actores políticos la calificaron como inconstitucional.

Casi todos agarraron la “Iniciativa Napito” como piñata de fiesta y el golpeteo continuará este miércoles en el Senado de la República. Bueno, hasta el presidente la descalificó y la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, salió a enmendar la plana y a decir que había que aplicar y cumplir la Ley Federal del Trabajo existente.

Caja Fuerte, de Luis Miguel González, en El Economista:

¿Podrán los empresarios reinventarse?

Para los empresarios mexicanos, el mayor reto no es conocer a la 4T y conectar con ella, sino tender un puente con la sociedad mexicana, empezando por los trabajadores de sus empresas. La grieta se manifestó en la campaña del 2018, cuando los empleados desoyeron las recomendaciones de muchos de sus patrones y votaron en masa por AMLO. Ése fue nuestro momento brexit, donde quedó clara la desconexión y empezamos a comprender el significado de nuestra polarización.

En ese sentido, hay que entender la presentación de los principios de la Dimensión Social de las empresas, por parte del Consejo Coordinador Empresarial, que encabeza Carlos Salazar. Hay autocrítica del sector empresarial y un afán por tomar el control de la narrativa. Los hombres y mujeres de empresa quieren presentarse como parte de la solución y no como generadores de los grandes problemas.

Ricos y Poderosos, de Marco Mares, en El Economista:

Industria y la 4T, la paradoja

La industria nacional registra una recesión inocultable e innegable, con 15 meses consecutivos de contracciones. Al cierre del 2019, la producción industrial en México registró su mayor caída desde hace una década; cayó 1.77 por ciento.

Paradójicamente, durante el primer año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador que en el discurso se ha pronunciado por una política nacionaista y de impulso al mercado interno, el sector industrial del país no sólo está en contracción, sino en grado extremo de desesperación.

Activo Empresarial, de José Yuste, en Excélsior:

Fines largos, otros que muerden el polvo

Poco o nada pueden hacer los empresarios cuando la decisión está tomada. Así ha sucedido con la cancelación del Aeropuerto de Texcoco, o el congelamiento de rondas energéticas, o la parálisis de órganos autónomos que no convencieron a la Cuarta Transformación –como la Comisión Reguladora de Energía–, o ahora, con la cancelación de los fines de semana largos que generaban turismo social y una enorme derrama económica.

El presidente López Obrador ha tenido, para cada caso, sus razones. Las ha expuesto. Pero queda claro que cuando el mandatario piensa cambiar una actividad u organismo que no le convence, no lo piensa. Dispara a la línea de flotación. Y lo hace con más fuerza cuando tiene animadversión política.




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