Esta noche el eterno rival se enfrenta al Manchester City en las semifinales de Champions League. Como ya sabéis que me gusta mucho bromear, no me resistí a escribirle a varios amigos colchoneros indignadísimos con Guardiola y los citizens tras el partido del Metropolitano. Durante días me llenaron el whatsapp de insultos contra los ingleses, así que era inevitable hacerles la gran pregunta: “¿Con quién vas el martes? Te he visto tan enfadado que te veo capaz de celebrar un gol merengue”. Las respuestas fueron más o menos la misma: “No me insultes Paulo, yo soy del City desde chiquitito, de toda la vida”. Me da que muchos colchoneros se han despertado hoy con acento inglés. Bendita rivalidad.
Hablando del club de Concha Espina, fue inevitable acordarme de los blancos este pasado sábado por la noche. Especialmente por el momento en el que el gran Joaquín levantó la Copa del Rey, tras una breve charla con Felipe VI. Por un instante mi mente volvió 30 años atrás, cuando Juan Carlos I me entregó ese mismo trofeo en el Santiago Bernabéu. Para mi sorpresa, me habló en un portugués perfecto, el cual aprendió en su niñez exiliado en mi tierra: “Que sepas que me hace mucha ilusión entregar esta Copa a un portugués”. Uno de los momentos más importantes de mi vida. Durante muchos años fui el único portugués jugando fuera de mi país. Siempre sentí el peso de ser el mayor embajador, la única gran figura en el extranjero. Aquella conquista fue muy importante no solo para la afición rojiblanca, también para toda una nación.
Otro de los protagonistas de aquel histórico veintisiete de junio de 1992, mi queridísimo Bernd Schuster, comentó el viernes pasado que confía plenamente que el Atlético de Madrid logrará el objetivo de clasificarse para Champions League. Yo comparto el mismo optimismo y confianza que el maestro alemán. Nos esperan 5 finalísimas: Athletic Club, Real Madrid, Elche, Sevilla y Real Sociedad. Calendario complicado, pero esto es el Atleti, nos va la marcha y no tengo la menor duda de que saldremos victoriosos de este sprint final.
Por último (¡y más importante!), resulta que este maravilloso club que me robó el corazón en el verano de 1987 hoy cumple 119 años de bendita locura. Mis felicitaciones para todos los colchoneros, es un gran honor formar parte de la familia rojiblanca y haber aportado mi granito en nuestra historia. ¡Muitos parabéns Atleti!