El imán es un cuerpo o dispositivo con un magnetismo que atrae a otros imanes y/o metales ferromagnéticos. Pero no todos los imanes son iguales y los hay unos más destacados que otros por su potencia. ¿Sabes cuáles son los imanes más potentes y fuertes? Entre estos podemos destacar Los imanes de Neodimio y los de Samario que son los que conocemos actualmente como las nuevas generaciones de materiales magnéticos.
Sus propiedades son mucho más potentes que otros porque poseen una coercitividad elevada. Los imanes de Neodimio se pueden utilizar con temperaturas desde los 80ºC a los 200ºC. Los de Samario desde los 200ºC a los 350ºC.
Los imanes ferrita están compuestos por finas partículas de hierro, boro, bario y estroncio y esto les confiere una alta permeabilidad magnética. El polvo de ferrita se suele utilizar para la fabricación de cintas de grabación, impresoras láser, código de barras, etc. y consigue adaptarse a temperaturas hasta de 250°C.
Mientras que los imanes de Alnico están compuestos por aleaciones de aluminio, níquel y cobalto. Su fuerza de atracción es más débil y son más económicos que otros. En este caso, su uso es para la fabricación de sensores, micrófonos o motores eléctricos entre otros. Pueden ser resistentes a temperaturas muy altas hasta 425°C.
A parte de estos, los ingenieros del laboratorio National MagLab, en Florida, Estados Unidos, crearon un imán muy potente, del que se dice que es el más fuerte. Es de 44,14 teslas, y supera al que era hasta el momento más potente al tener 38,5 teslas, procedente de un laboratorio de China.
¿Pero, qué es un tesla? Parece el nombre de una empresa o de una nave, pero al parecer es una unidad que mide la densidad del flujo magnético. Hace tiempo que se quería disponer de un diseño en un nuevo imán que fuera muy potente y al final se ha conseguid. En este caso, se han invertido tres millones de dólares.
Otros factores determinan que nos imanes sean más fuertes que otros. Estamos hablando que por durabilidad del magnetismo tenemos los artificiales que suelen ser temporales, de corta duración, y los permanentes que suelen conservar por largo tiempo sus propiedades magnéticas. Si bien hay que señalar que los imanes artificiales son los más utilizados.
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