Por su parte, el investigador colombiano Luis Jorge Garay advirtió que Estados Unidos adoptará una política exacerbada y militarista contra los países del sur.
El gobierno de México debe dar una explicación sobre lo que sucedió entre soldados mexicanos y miembros de la Guardia Nacional estadounidense en la frontera norte, afirmó el exconsejero del Instituto Federal Electoral (IFE), Alfredo Figueroa en la Mesa de Análisis.
Este miércoles, en su cuenta de Twitter, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que soldados mexicanos apuntaron con sus armas a elementos de la Guardia Nacional.
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Desde el punto de vista del exprocurador Fiscal de la Federación, Gabriel Reyes Orona, Trump dijo que los soldados mexicanos desarmaron a la Guardia Nacional en beneficio de contrabandistas.
Al respecto, Figueroa consideró que el gobierno mexicano debe precisar lo que sucedió en la frontera, y luego interpretar lo que está diciendo el presidente estadounidense, “porque México ha venido viviendo una presión sistemática del gobierno de los Estados Unidos, y además detrás un chantaje vinculado al tema del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), asociada a la actitud, actividad y políticas que México tenga respecto de la migración particularmente de Centroamérica”.
El economista e investigador colombiano Luis Jorge Garay añadió que Colombia ha vivido una situación complicada con el gobierno estadounidense desde el año 2000 por el tema de las drogas.
“Se impuso el mecanismo de la certificación, es decir, que el gobierno estadounidense certificaba qué tanto Colombia estaba luchando contra los cultivos y el tráfico ilegal de drogas. Ahora con Trump, Colombia está sufriendo un nuevo embate en doble línea: de imponer de nuevo la aspersión contra los cultivos de coca, con todas las implicaciones de salud que eso tiene, y la imposición del mecanismo de certificación nuevamente contra los países”, abundó.
Garay previó que este tipo de eventos se agudicen, ya que la política nacionalista de Trump es uno de sus rasgos más distintivos.
“No extraña que se camufle el argumento de crimen organizado en la trata de personas para camuflar el hecho de que por tradición la coca ha pasado por la frontera de México hacia Estados Unidos, con amplias capas de corrupción desde el mismo Estado estadounidense.
“En estas nuevas circunstancias va a haber una política exacerbada, militarista, de parte del gobierno estadounidense con respecto a nosotros los países del sur, tanto por migración como por crimen organizado, por drogas o cualquier otro tipo de estos fenómenos”, subrayó.