¿Cómo funciona la máquina de vapor y quién la inventó?

La máquina de vapor es sin duda uno de los grandes inventos del hombre. De hecho si lo piensas la máquina de vapor generó no solo el que toda la industria pudiera avanzar, sino que todavía a día de hoy es realmente importante en nuestras vidas. Veamos a continuación, cómo funciona la máquina de vapor y quién la inventó.

¿Cómo funciona la máquina de vapor y quién la inventó?

Una máquina de vapor es un equipo adecuado para producir energía mecánica utilizando vapor de agua de diversas formas. En particular, transforma, a través del vapor, la energía térmica en energía mecánica. El calor se produce normalmente con carbón, pero también puede provenir de la madera.

Para funcionar, la máquina consta de un recipiente, el hervidor, en cuyo interior, gracias a la acción de una fuente de calor, el agua se calienta a temperaturas cercanas a la de ebullición para obtener vapor, que tiende a expandirse por todo el hervidor conectado a un pistón o una turbina, que se ponen en movimiento por la presión que reciben, produciendo un trabajo mecánico. Durante los últimos tres siglos se han construido diferentes tipos de máquinas de vapor, con el objetivo sobre todo de mejorar su eficiencia.

Una breve historia de la máquina de vapor

Las máquinas de vapor se usaron por primera vez en las minas de carbón para bombear agua. De hecho, antes de 1712 a menudo era imposible recolectar el carbón que estaba en las profundidades debido al agua que llenaba los túneles de la mina. El inventor inglés Thomas Newcomen fue quien creó una primera máquina que podía usarse simplemente como bomba gracias al vapor. Esta máquina era sencilla de construir, pero consumía mucho combustible.

Fue entonces otro briátnico, James Watt quien inventó una máquina de vapor más económica en 1769. Por tanto, la máquina de Watt podría utilizarse incluso si el combustible era escaso o caro. Parte del carbón extraído fue utilizado por la máquina de vapor como combustible y Watt acabaría siendo considerado el «padre» de la máquina de vapor.

Las máquinas de vapor en la agricultura

La máquina de vapor se utiliza en agricultura para trabajos de campo. Si antes los campesinos utilizaban solo animales o herramientas en hierro y madera para trabajar la tierra, con la invención de la máquina de vapor, también se difundieron nuevas máquinas como sembradoras, trilladoras y segadoras.

Las máquinas de vapor en la industria

En 1740 comenzaron los primeros experimentos con máquinas de hilar, en 1825 se comenzó a utilizar la rueca mecánica en las fábricas. El telar mecánico se inventó poco tiempo después. Ambos inventos se utilizaron por primera vez en Inglaterra.

Las máquinas de vapor cambiaron la forma de trabajar de la gente. De hecho un par de personas (incluso mujeres o niños) eran suficientes para hacer funcionar una máquina, y la máquina sola hacía el trabajo de más de un centenar de tejedores. La máquina trabajaba más rápido, mejor y sobre todo a menor costo, no necesitaba comer ni descansar. A pesar del gran avance que supuso, es evidente también que la máquina de vapor dejó a muchos artesanos sin trabajo.

Además, se necesitaba hierro para construir una máquina y se necesitaba carbón para que funcionara. Con la invención de este tipo de máquina, los países que poseían hierro y carbón ciertamente tenían una ventaja sobre los demás.

Las máquinas de vapor en el transporte

Entre 1788 y 1802 un inglés experimentó con los primeros barcos de vapor, en 1803 el estadounidense Fulton construyó el primer barco con ruedas. En 1807, el primer barco de vapor partió de Nueva York.

Locomotora de vapor y ferrocarriles

En 1800 en Inglaterra se experimentó el uso de la máquina de vapor para vagones.

En 1802 se inventaron las vías y en 1814 el inglés Stephenson construyó la primera locomotora real. En 1821 se inauguró la primera línea ferroviaria, diez años después también existían ferrocarriles en Francia, Alemania, Austria y Rusia. En 1840 no había países en Europa sin ferrocarriles. Los trenes eran medios rápidos, seguros y baratos. Podían atravesar montañas, túneles y ríos y eran diez veces más rápidos que las diligencias usadas hasta la fecha.


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