Cómo ha llegado ese cuadro de Barceló a La Moncloa

El artista barcelonés Ignasi Aballí, en una imagen sin datar.
El artista barcelonés Ignasi Aballí, en una imagen sin datar.carlos rosillo

“Estoy contento y emocionado por poder realizar un proyecto en el pabellón de España; un lugar tan significado e importante para el mundo del arte y que tantas veces he visitado para ver proyectos de colegas y artistas. Ahora, poder llevar a cabo uno mío, me parece fantástico”, explica Ignasi Aballí (Barcelona, 1958), al otro lado del teléfono. El artista es el autor del proyecto Corrección, comisariado por Beatriz Espejo (gran conocedora del su trabajo y colaboradora de EL PAÍS), que representará a España en la 59ª Exposición Internacional de Arte que tendrá lugar del 23 de abril al 27 de noviembre de 2022, según se dio a conocer este jueves desde la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

El jurado que ha escogido su proyecto destaca su “idea de lo erróneo, lo escondido, lo impensable y lo inimaginable; una intervención que trastoca la memoria en términos espaciales y que modifica el espacio de la exposición”; que ha estado presente, de forma primigenia, en los últimos trabajos de Aballí, y se han podido ver en exposiciones como la que protagonizó en el Reina Sofía en 2015, en la Fundación Joan Miró en 2016 y, sobre todo, en la más reciente de Blueproject de 2019.

“Este es un trabajo muy específico para el pabellón que solo tiene sentido hacerlo allí, porque tiene en cuenta la arquitectura, el contexto de la Bienal e, incluso, de la propia ciudad de Venecia; y, por tanto, solo existirá cuando se construya en el interior del pabellón”, asegura Aballí. “No es una exposición de obras, todo será nuevo y pensado para este espacio”. Porque el artista, según él mismo explica, replicará el edificio: “Lo que planteo es una propuesta arquitectónica en la que doblaré el pabellón a escala 1:1, pero girado 10 grados con respecto al original, para alinearlo y ponerlo en paralelo con los pabellones vecinos de Bélgica y Holanda. Y de ahí, el título Corrección”.

Este nuevo edificio “creará una nueva arquitectura interior con espacios imposibles, absurdos e inimaginables, por el que por unos puntos no se podrá pasar y por otros si, cambiarán las aberturas, los pasillos y todas las salas; se verá de una forma que nunca se ha visto”, prosigue el artista.

Para el artista, “la intervención tiene mucho que ver con la propia ciudad de Venecia, tan escenográfica, como si fuera un decorado; en la que, además, sin ser laberíntica está llena de calles que desembocan en canales que obligan a dar la vuelta en busca de un paso”. La acción tendrá una segunda parte: “Una serie de piezas de carácter escultórico y tridimensionales en el que se insistirá en la misma idea, a partir de lo textual, pero también de la luz”; unas obras que están por definir “en función de cómo resulte la intervención principal”. Si está claro que habrá una obra central en la que se modificará, corregirá, la luz que entra por la claraboya que hay en el techo del edificio.

La comisaria Beatriz Espejo explica que el trabajo que Aballí llevará a Venecia tiene mucho que ver con sus últimas obras: “El espacio, como un aspecto más ha estado presente en sus últimos trabajos; él siempre ha utilizado la corrección, creando obras en las que repinta a base de típex; pero después de dos exposiciones importantes, como las del Reina y de la Fundación Miró, tenía que ser algo muy específico y da un golpe seco”.

Espejo ve en la propuesta ganadora de Aballí “un ejemplo de su práctica que parte no solo de un supuesto error, de un pabellón ubicado en el mapa de Venecia de forma diferente, que girándolo de esta forma tan sutil, como en una onda expansiva, abre diferentes líneas de significado. No solo cuestiona al propio pabellón, como arquitectura útil. También hace una crítica institucional encubierta; porque con este edificio desdoblado queríamos trasladar una imagen desencajada de España; dos piezas de un puzle que no acaban de encajar, pero, a la vez, plantear y ver las nuevas perspectivas que se crean cuando te alineas y te igualas con tu vecino”.

Hasta ahora, hay maquetas digitales. “Por suerte, este año tenemos más tiempo que otras veces; el hecho de poder trabajar con año y medio te permite madurarlo mejor. La construcción no comenzará hasta que no acaba la Bienal de Arquitectura el año próximo. En ese momento tendrá que estar todo bien planeado y el proyecto más claro, para poder llevarlo a la práctica”, remacha Aballí.

El jurado que ha seleccionado el trabajo de Aballí de las otras cinco propuestas presentadas ha estado formado, aparte de Beatriz Espejo por: está formado por Katya García-Antón, directora de la Fundación Office of Contemporary Art Norway; Javier Hontoria, director del Museo Patio Herreriano; Peio Aguirre, crítico de arte, comisario independiente y editor; Beatriz Herráez, directora del Artium; además del director de Relaciones Culturales y Científicas del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación-AECID, Guzmán Palacios, y la directora de Programación de Acción Cultural Española (AC/E), Isabel Izquierdo.


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