Cómo nos influyen las emociones para construir nuestro futuro



A lo largo de nuestra vida tenemos que enfrentarnos a innumerables decisiones. Algunas son poco trascendentes, pero hay otras que pueden condicionar nuestro futuro, aunque a veces no seamos capaces de valorar su importancia. Ser capaz de anticiparnos, de valorar a dónde nos pueden llevar esas elecciones que hacemos hoy en los siguientes años, es la clave que nos permite proyectar, sortear los posibles obstáculos que se nos presenten en el camino y alcanzar nuestras metas. Esa planificación, que es aplicable a cualquier aspecto de la vida, es clave en el apartado financiero. Las decisiones sobre nuestra economía que tomemos hoy son las que nos van a ayudar a afrontar el futuro, aunque todavía parezca muy lejano, y para cada edad hay una serie de necesidades y proyectos que nos proponemos realizar.
A través de su campaña Te lo digo a mí, el Ciclo Financiero de la Vida, Banco Mediolanum quiere resaltar la importancia de la previsión y la anticipación a la hora de tomar decisiones vitales para nuestros planes de futuro, y cómo las distintas etapas de nuestra vida están interconectadas por esas elecciones que realizamos. Como en el cortometraje que se ha realizado para la ocasión, en el que la actriz Lola Dueñas se encuentra con su yo del pasado y su yo del futuro, si somos capaces de tomar buenas decisiones en el presente podremos ver cumplidos nuestros objetivos. Pero para poder elegir con esa previsión tenemos que enfrentarnos a un elemento que no siempre juega a nuestro favor: las emociones.
Cuando hablamos de dinero, la toma de decisiones se convierte en un asunto delicado. Muchos factores entran en juego: nuestros deseos y aspiraciones, posibles miedos a lo inesperado o a la situación del futuro, la despreocupación por lo que pueda llegar, la indecisión ante las múltiples opciones y la avalancha de información que recibimos a diario… Tanto es así que hay toda una rama de los estudios económicos, la economía conductual, que estudia la manera en la que las emociones humanas influyen en la toma de decisiones financieras. Richard Thaler y Daniel Kahneman, premios Nobel de Economía gracias a sus estudios en esta área, considera que la economía no es sino una ciencia sobre el comportamiento. Aprender cómo funciona nuestra mente cuando nos enfrentamos a disyuntivas sobre nuestras finanzas nos puede ayudar enormemente a evitar errores que nos dificulten la consecución de nuestros proyectos de vida.
Una de las enseñanzas de Richard Tahler, por ejemplo, se basa en el llamado “sesgo del presente”. Según esta teoría, tendemos a darle más importancia al momento en el que vivimos en nuestras decisiones, lo que nos puede llevar a cometer equivocaciones. Muchas veces preferimos comprar algo que nos satisfaga hoy antes que pensar en una ganancia futura. Esta situación es, además, especialmente complicada cuando nos enfrentamos a situaciones nuevas en nuestra vida: la compra de una casa, la petición de una hipoteca o la elección de un plan de pensiones, por ejemplo.
Para ayudarnos en la toma de decisiones vitales para nuestra economía y nuestro futuro es clave el asesoramiento de un profesional con experiencia y que entienda nuestras necesidades y proyectos. Banco Mediolanum, la entidad bancaria que, según el estudio Benchmarking de Satisfacción de Clientes realizado por la consultora independiente Stiga es la mejor valorada de España por sus usuarios, apuesta por un asesoramiento financiero personalizado y cercano a través de la figura del Family Banker.
Con más de 1.000 de estos profesionales experimentados, Banco Mediolanum pone el conocimiento del sector financiero a disposición de sus clientes, de manera que sus dudas y consultas puedan ser atendidas de manera personal y con la vinculación que solo puede existir cuando hablas con una persona que nos conoce perfectamente. A través de distintas vías de comunicación (teléfono, videollamadas, SMS y otras plataformas de mensajería), los Family Bankers de Banco Mediolanum están disponibles para informar, asesorar y resolver dudas. Durante el mes de marzo de 2020, por ejemplo, las interacciones con sus clientes e incrementaron en un 87% respecto al mismo mes del año anterior, según datos de Banco Mediolanum.
Esa cercanía es uno de los aspectos que sus clientes valoran especialmente. Según el citado estudio Benchmarking de Satisfacción de Clientes de Stiga, la satisfacción en el apartado de valores de relación (que incluye aspectos como la relación con la entidad, la transparencia y la personalización de la atención) se sitúa por encima de la media de las entidades bancarias española, con una puntuación de 8,04 sobre 10.


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