¿Cómo se vive en Tuvalu, uno de los países más pequeños del mundo?

Oficialmente, Ciudad del Vaticano es el país más pequeño del mundo por extensión y por número de habitantes. Pero las circunstancias del Vaticano son muy diferentes al del resto de países que existen en el mundo que son diminutos y pequeños.

Es el caso de la isla de Tuvalu, un paraíso situado en el Pacífico, que es considerado el segundo país más pequeño del mundo. A pesar de ser un paraíso que guarda muchos atractivos parecidos a los que podemos encontrar en otras localizaciones exóticas como Nueva Zelanda o Bali, Tuvalu es uno de los países menos visitados del mundo y son muy pocos los turistas que eligen este destino para sus viajes.

Situado en mitad de la nada, entre Australia y Hawái, Tuvalu tiene una población que ronda los 11.000 habitantes repartidas en nueve islas pequeñas. El acceso es complicado ya que solo hay un par de vuelos semanales que llegan dese las Islas Fiji, con un valor elevado, cercano a los 1.000 dólares.

Pesca e internet

El principal sustento de los habitantes de Tuvalu es la pesca y el negocio por internet. Esto último resulta curioso ya que solo la mitad de la población tiene acceso. Además, se trata de una conexión vía satélite, por lo que para ellos la navegación o el descargar archivos de la red resulta altamente complicado dada la conexión lenta que tienen.

Sin embargo, 1 de cada 12 dólares que ingresan en sus arcas vienen de internet. Esto se debe a la popularización y comercialización que hacen de los dominios .tv, que ya se han convertido en unos de los más utilizados del mundo.

En 1996, la Unión Internacional de Telecomunicaciones les concedió este dominio al país más pequeño del mundo, lo que ha día de hoy, les supone uno buenos ingresos por la venta a cualquier empresa o web de la red. Sin ir más lejos, al estar vinculado al remite ‘televisión’, Amazon eligió este dominio para la creación de su plataforma Twitch. 

Peligro de desaparecer

Desde hace unos años, el país vive con la incertidumbre de desaparecer en cualquier momento debido a las subidas del mar que poco a poco está restando territorio a Tuvalu. Las playas cada año se estrechan más dejando muy poco margen para convertir a la isla en otro paraíso de retiro.

Quizás por esto no existen demasiados alojamientos en la isla y reciben pocas visitas del exterior, aunque sus aguas cristalinas y su tranquilidad fueran elegidas por Marlon Brando para su retiro.


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