Con el partidazo de hace un mes en la retina


Real y Osasuna se medirán en octavos de Copa todavía con el regusto del partidazo que disputaron en El Sadar hace poco más de un mes. Los txuri urdin se llevaron la victoria por 3-4, en un choque apasionante, lleno de altibajos y en el que ambos equipos tuvieron fases brillantes de juego.



La Real fabricó un fútbol redondo en la primera mitad, con Merino solvente, Oyarzabal y Portu inspirados y un Odegaard sencillamente genial, golazo de falta incluido. El 0-3 auguraba un desenlace tranquilo para los txuri urdin, pero un gol de Aridane a balón parado al filo del descanso y otro del Chimy
Ávila en el minuto 48 tras un error de Llorente pusieron el partido patas arriba.

Roncaglia dejó a su equipo con 10 por una agresión a Le
Normand pero, cuando el partido parecía sentenciado tras el 2-4 de Isak en el minuto 79, el Chimy se inventó un golazo de cabeza para encender El Sadar. A la Real le tocó sufrir más de lo que requería el guion tras el 0-3, pero terminó llevándose los tres puntos de un feudo del que pocos se marchan con las manos llenas.

Un partido vibrante entre dos equipos que vuelven a vérselas en menos de una semana. Si en El Sadar el premio era una importante victoria liguera, en Anoeta se pondrá en juego un ilusionante billete para los cuartos de Copa. Las espadas estarán en todo lo alto.


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