Con triple V de victoria, pero también de derrota

Uno de los aspectos más destacados del partido del Athletic frente al Betis del pasado lunes fue la inclusión en el once titular de lo que bien podría denominarse la triple V rojiblanca: Vencedor, Vesga y Villalibre. Ninguno de ellos había contado mucho hasta entonces para Gaizka
Garitano, al menos de salida. De ahí la sorpresa.

La decidida apuesta del técnico deriotarra le salió a pedir de boca, puesto que los dos medios, los componentes del doble pivote, tuvieron una actuación muy aseada y el delantero de Gernika se convirtió en uno de los grandes destacados de la noche, pese a no conseguir perforar la portería defendida por Claudio Bravo.

El Athletic, por cierto, afrontó esta cita liguera frente a la escuadra verdiblanca con su sistema habitual. Garitano recurrió a su clásico 1-4-2-3-1. La sorpresa, titularidades al margen, vino dada también por la suplencia de Dani
García y Raúl
García.

Fiasco ante los rojillos

El hecho de que Unai
Vencedor disputase su segundo partido de Liga como titular en el Athletic sirvió para caer en la cuenta de que esta, la del choque ante el Betis, no era la primera vez en la que el actual entrenador rojiblanco recurría a la llamada triple V para afrontar un encuentro de Liga en San Mamés. El 16 de febrero del presente año, Garitano también dio cabida al bilbaíno en el centro del campo con Vesga como acompañante y Villalibre ejerció en la punta del ataque. Osasuna visitaba aquel día San Mamés.

Los leones vivían entonces una situación un tanto paradójica. Acababan de vencer 1-0 al Granada en la semifinal de Copa, pero acumulaban ocho jornadas de Liga sin ganar (cinco empates y tres derrotas). Garitano, en esa complicada dicotomía, optó por recurrir a una defensa con tres centrales. La apuesta táctica, con Dani
García y Muniain sancionados, la mantuvo frente a los rojillos en casa.

Al 4-0 ante los béticos le precedió un 0-1 ante los rojillos con

los tres como titulares

El Athletic, por tanto, no utilizó aquella tarde de febrero el mismo sistema con el que se enfrentó el pasado lunes al Betis. Los leones, al contrario, se plantaron en el terreno de juego con un 1-5-4-1 que por ocasiones se convirtió en un 1-3-5-2 dada la tendencia de Williams a situarse cerca de Villalibre. Osasuna, con un planteamiento serio y efectivo, impidió maniobrar a gusto al conjunto bilbaíno.

Aquella vez, a diferencia de ahora, se echó en falta el concurso de Dani García. Vencedor aprobó en su estreno en Primera División e incluso estuvo a punto de firmar el gol del empate tras estrellar el balón en la madera en un tiro directo de falta. El bilbaíno, pese a cumplir, desapareció de los planes de Gaizka
Garitano hasta repetir titularidad hace unos días ante el Betis.

Y ahora, ¿qué?

Nadie elogió el rendimiento de esta triple V en aquel choque contra los de Arrasate; pero, en cambio, el pasado lunes fue uno de los aspectos más destacados dentro del buen encuentro en líneas generales del Athletic. La diferencia entre perder y ganar, jugando bien al fútbol además, es notable a muchos niveles. Lo que ahora parece el gran descubrimiento, en su día fue cuestionado.

El planteamiento de Garitano, cierto es, no fue similar ante Osasuna y Betis. La necesidad de puntos del equipo, sí. Entonces para tratar de poner fin a una mala racha liguera. Ahora para coger aire en la tabla, relajar el ambiente y acabar con la incertidumbre en torno al banquillo. A ver lo que dura.


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