Cory Higgins fue el escudero perfecto de un excelso Nikola Mirotic (18 puntos y 27 de valoración) en la trascendental victoria del Barça ante el Joventut durante el tercer partido de las semifinales de la Liga Endesa.
El alero norteamericano demostró su facilidad para encestar y se fue hasta los 13 puntos sin hacer mucho ruido. Horas antes del encuentro Higgins se encontraba entre algodones y se desconocía si podría disputar el tercer partido. Finalmente el norteamericano ocupó la ficha de Dante Exum y protagonizó un papel de actor secundario que le permitió al Barça recuperar el factor cancha.
No es ningún secreto que no está siendo una temporada fácil para Higgins. El ahijado de Jordan está viviendo un calvario de lesiones que le está impidiendo mantener cierta regularidad en su juego. Desde su llegada a Barcelona, el quirófano ha sido el peor de sus enemigos.
El pasado 14 de febrero fue intervenido de su fascitis plantar en el pie izquierdo. Desde entonces Higgins ha ido acelerando las fases de la recuperación a un ritmo vertiginoso para regresar al parqué el pasado 7 de mayo.
Las estadísticas avalan que el Barça es un equipo más ganador siempre que el alero se ha vestido de corto esta temporada. Los azulgrana han salido victoriosos en catorce de los quince encuentros que ha disputado. Dicha derrota fue en su visita al Nou Congost donde tan solo hizo dos puntos.
Todo parece indicar que en los Playoffs la estadística que respalda el gen ganador de Higgins no se va a romper. Además de estar invicto en la fase final, el alero está promediando un 66,6% en los tiros de dos puntos.
En su visita a Gran Canaria ya se vistió de héroe para darle la victoria a los hombres de Jasikevicius. El norteamericano sumó 12 puntos y 19 de valoración y además protagonizó un canastón al más puro estilo Kobe Bryant que valió un pase a semifinales.
Dicha canasta recordó a la que desempeñó en la pasada Final Four de Colonia frente al Olmpia Milano. En dicha campaña Higgins promedió 10,5 puntos, 2,5 asistencias y 11,7 de valoración.