El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, hizo este lunes un llamado a los manifestantes a “no actuar violentamente” en medio del ahondamiento de la crisis política provocada por la propuesta de reforma del aparato judicial tras el cese del ministro de Defensa, Yoav Gallant, por sus convocatorias a favor de suspender el proceso legislativo.
“Pido a todos los manifestantes, en Jerusalén, a derecha e izquierda, que se comporten de forma responsable y no actúen violentamente. Somos hermanos”, dijo Netanyahu en un breve mensaje en su cuenta en la red social Twitter, sin que se haya oficializado la hora a la que comparecerá públicamente para abordar la situación, en el contexto de una nueva jornada de protestas a la que se suman contramanifestaciones convocadas por partidos de la coalición gubernamental.
Según las informaciones recogidas por la cadena de televisión Channel 12, la oficina de Netanyahu reveló que el primer ministro informó a Estados Unidos sobre sus intenciones durante la jornada del domingo. Asimismo, apuntó a conversaciones sobre la posible rescisión del cese de Gallant, que desembocó en nuevas manifestaciones multitudinarias.
Si bien estaba previsto que ‘Bibi’ compareciera a las 10:00 horas (hora local), su discurso fue aplazado debido a las amenazas por parte de algunos de sus socios ultraderechistas y ultraortodoxos sobre la posibilidad de retirarle su apoyo si cedía y suspendía la reforma, lo que podría provocar el colapso del Gobierno ensamblado tras las elecciones del 1 de noviembre de 2022.
De hecho, Netanyahu se reunió tras ello con el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, líder del ultraderechista Otzma Yehudit, quien habría dicho que estaría dispuesto a abandonar su puesto si el primer ministro da un paso en este sentido, según informó el diario israelí ‘The Jerusalem Post’. Por contra, Ben Gvir, una de las figuras más polémicas en el seno del Ejecutivo, se habría pronunciado en contra de disolver el Parlamento.
El ultraderechista sostuvo que “la reforma judicial no debe ser detenida” y subrayó que “no hay que rendirse ante la anarquía”. “Hoy pasó algo en Israel”, dijo, antes de asegurar que “los votos de Tzahala –un barrio de renta alta de Tel Aviv– valen más que los de Dimona y Beersheba y los votos de los trabajadores de empresas de tecnología punta valen más que los de los trabajadores manuales”.
Previamente, el ministro de Patrimonio, Amichai Eliyahu, de Otzma Yehudit, había subrayado que el partido “no está preparado para detener la legislación” y criticó que Netanyahu “esté cediendo ante la coacción política”. “Creo que detener la legislación es un asunto realmente problemático”, destacó, tras lo que Simcha Rothman, del ultraderechista Sionismo Religioso, pidió a sus seguidores que se manifiesten en Jerusalén.
Asimismo, la parlamentaria Limor Son Har-Melech, de Otzma Yehudit, argumentó que una suspensión de la reforma sería “un regalo para el terrorismo”. “Supondría decir que ‘merece la pena ser violento, merece la pena incendiar el país’”, señaló, antes de sostener que “la reforma judicial no es el motivo de estas protestas”.
“Es una excusa para permitir al Tribunal Supremo gobernar para que las políticas derechistas que son buenas para el pueblo judío no sean aplicadas”, defendió. “Pido a las personas derechistas que alcen la voz y digan que es suficiente. Queremos algo más. Lo merecemos. No somos ciudadanos invisibles. No podemos ser ignorados en favor de un grupo pequeño de gente que, por desgracia, está en los puestos de poder del Estado, y que carecen de toda responsabilidad”, afirmó.
Por contra, el ministro de Justicia israelí, Yariv Levin –principal impulsor de la reforma–, sostuvo que respetará la decisión si Netanyahu opta por suspender los trabajos en la Knesset. “Como miembro del Likud, respeto toda decisión que adopte el primer ministro sobre los procesos legales de la reforma judicial”, declaró en un comunicado.
“Esto emana del conocimiento de una situación en la que si todo el mundo hace lo que quiere se puede provocar la caída del Gobierno y el colapso del Likud”, manifestó Levin, que pidió que “todo el mundo haga un esfuerzo para estabilizar el Gobierno y la coalición”.
Por su parte, el exministro de Defensa y líder del opositor Unidad Nacional, Benjamin Gantz, resaltó ante los manifestantes concentrados frente a la Knesset que “este país no es uniforme, pero debe ser unificado”. “Somos un pueblo”, dijo, antes de pedir trabajar para lograr que el país “florezca”, según informó ‘The Times of Israel’. “El que no proteja este país no tendrá un país. Ustedes están protegiendo el país”, declaró.
El Ejército habla de “momento para la responsabilidad”
El jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, Herzi Halevi, publicó una carta en la que ha trasladado a los militares en activo y en la reserva que “es momento para la responsabilidad” y argumentó que Israel “nunca ha vivido unos días en los que las amenazas exteriores se combinaran con una tormenta interna”.
“Nuestros enemigos deben saber que estamos en guardia y que nadie deserta. Soy responsable de que toda misión ordenada esté destinada a defender la seguridad de Israel y sus ciudadanos y que vaya en línea con los valores de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)”, dijo, antes de recalcar que las acciones de protesta han de tener lugar en la esfera pública y no en el seno de las Fuerzas Armadas.
Horas antes, Gallant advirtió de que la crisis política supone “una oportunidad” para que los enemigos “ataquen” al país. “Según informes de Inteligencia, se identificó claramente que la situación es una oportunidad para atacar a Israel”, dijo Gallat durante una comparecencia ante el Consejo de Exteriores y Seguridad, tal y como recogió la emisora israelí Army Radio.
Las embajadas se suman a la huelga
En este contexto, las embajadas israelíes anunciaron que se suman a la convocatoria de huelga formulada por el presidente de la Histadrut –la organización de sindicatos de Israel–, Arnon Bar-David, según confirmó el portavoz de la legación diplomática israelí en Estados Unidos, Elad Strohmayer.
“Hoy, la Histadrut, el principal sindicato de Israel, pidió a todos los empleados públicos que vayan a la huelga, incluidos los de misiones diplomáticas de Israel en todo el mundo”, declaró en su cuenta en la red social Twitter, antes de especificar que la legación en Washington “estará cerrada desde hoy hasta nuevo aviso, sin que se den servicios consulares”.
Bar-David, anunció a primera hora del día una huelga “histórica” para intentar “detener la locura”. “Todos estamos preocupados por el destino de Israel. Juntos decimos, basta”, destacó, antes de especificar que la huelga arrancará este mismo lunes si Netanyahu no suspende la reforma y lamentar que el país “perdió el rumbo”.
De salir adelante, la reforma daría al Gobierno control total sobre el nombramiento de jueces, incluidos los del Tribunal Supremo, y limitaría en gran medida la capacidad del tribunal de anular legislación que viole la Constitución, al tiempo que permitiría al Parlamento modificar leyes que consiga anular con una mayoría simple de 61 de los 120 diputados.
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