Cuadro que representa aparente violación al primer ministro canadiense genera indignación

Un cuadro-protesta de un pintor indígena que representa lo que parece ser una violación a Justin Trudeau, con los pantalones abajo mientras está rodeado de mujeres aborígenes riendo y otros anteriores primeros ministros canadienses con gestos atemorizados, está causando una gran polémica en el país.

El cuadro ha sido criticado por representar lo que aparenta ser la escena de un abuso sexual, en la que además de Trudeau, que es sujetado en cuatro patas por dos mujeres mientras un indígena se sitúa detrás de él, se muestra en primer plano a un agente de la Policía Montada en el suelo con los pantalones a media altura.

El artista responsable de la obra, Kent Monkman, señaló en Facebook que el cuadro, titulado “Hanky Panky”, un juego de palabras que puede interpretarse como “devaneo sexual” o “algo sospechoso y deshonesto”, “subraya los problemas con el sistema de (in)justicia canadiense”.

Monkman, de origen cree, una de las principales tribus aborígenes de Canadá, enumeró “el ataque criminal y la encarcelación desproporcionada de indígenas; la victimización de mujeres indígenas” y la apatía por investigar las elevadas tasas de desaparición y asesinato de mujeres y niñas de esas comunidades.

La Policía Montada de Canadá, un cuerpo policial militarizado que históricamente se concentra en áreas rurales donde viven la mayoría de los indígenas canadienses, es considerado por muchos aborígenes como el principal ejecutor de las “políticas coloniales” del país.

Entre los exprimeros ministros pintados por Monkman y que contemplan horrorizados la escena está Pierre Trudeau, el padre del actual gobernante canadiense.

Las obras de Monkman, que habitualmente representan la violencia colonial contra los indígenas canadienses, han sido expuestas en algunos de los principales museos y galerías del mundo.

Pero “Hanky Panky” ha sido criticado por algunos, entre ellos intelectuales indígenas, que lo han calificado de representación de una “violación de venganza” de los símbolos de la autoridad canadiense.

Mujeres indígenas también han criticado que Monkman ha situado la escena delante de un consejo de abuelas, una institución de gran respeto en la cultura cree.

Las críticas obligaron este jueves a Monkman a disculparse y reconocer en Instagram que “los elementos que había incluido para indicar consentimiento no están suficientemente destacados”.

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Sin embargo, Monkman también cuenta a su favor con destacados individuos.

El respetado senador indígena Murray Sinclair, quien paradójicamente fue nombrado por Trudeau, señaló en Facebook que el artista no se tiene que disculpar.

“Kent Monkman ha producido otro monumental testamento del tratamiento de las mujeres indígenas y la nula preocupación del público. Me gustaría que la gente estuviese tan horrorizada y enfadada con esa imagen como con la representación de Monkman”, dijo Sinclair.




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