“La tierra en la que vivimos no la heredamos de nuestros padres, sino que la tomamos prestada de nuestros hijos”. Esta es la traducción más aproximada al español de un antiguo y conocido proverbio de la tribu Masai, habitantes desde tiempos inmemoriales en la Kenia meridional y la Tanzania septentrional que siempre han mostrado un gran respeto por su entorno natural y por la salvaguarda de nuestro planeta.
La sabiduría que encierra este mensaje, aparentemente y a la vez muy profundo, ha servido de inspiración para un proyecto de investigación denominado justamente Masai, desarrollado por la Universidad de Granada y liderado por el catedrático Fernando Moreno, que tiene como objetivo la creación de nuevas formas de “asfalto verde”. Mediante el uso de materiales reciclados, como por ejemplo los neumáticos de los automóviles que suelen desecharse una vez han dejado de ser útiles, este grupo ha conseguido crear un asfalto para carreteras más duradero, que además de proporcionar mayor agarre que los tradicionales, es mucho más sostenible.
Los mismos compromisos, objetivos y valores que han guiado la labor de Moreno y sus colaboradores inspiran también al equipo formado por Banco Santander, Ferrari y FOM (Formula One Management). Todos ellos, juntos, trabajan con intensidad, desde hace tiempo, en hallar formas de conseguir reducir las emisiones de CO2, tanto en la Fórmula 1 como en el sector automovilístico en su conjunto, con una meta muy clara: alcanzar un modelo sostenible con ambición NetZero (un término que se utiliza para aludir al estado en el que una actividad económica ya no genera un impacto neto en emisiones para el planeta).
Tradicionalmente, la Fórmula 1 ha estado asociada a las emisiones de dióxido de carbono. Sin embargo, en los últimos tiempos, este deporte está demostrando que también puede ser capaz de afrontar el reto de la sostenibilidad, sin renunciar a un ápice de su capacidad de espectáculo. De hecho, el director del proyecto Masai está convencido de que “la F1 podría ser un escenario perfecto en el que testar estos materiales, reintroducir los neumáticos reciclados y evaluarlos bajo los mayores estándares de exigencia”.
Santander, Ferrari y FOM trabajan para reducir las emisiones de CO2, tanto en la Fórmula 1 como en el sector automovilístico en su conjunto, con el objetivo de alcanzar un modelo sostenible con ambición NetZero
Santander, Ferrari y FOM, una alianza sostenible
Como cualquier buen aficionado al motor ya sabe, la Fórmula 1 siempre ha sido un eficaz escenario para la innovación y el desarrollo de la industria automovilística, en aspectos que van de la aerodinámica de los vehículos hasta el diseño más seguro y preciso de los frenos. Ahora, en estrecha colaboración con FOM, la propietaria de la F1, y Ferrari, Banco Santander refuerza su firme compromiso con la lucha contra el cambio climático, y este nuevo proyecto de lo que sus responsables llaman “asfalto verde”, sirve de inspiración y ejemplo de cómo impulsar el cambio hacia un modelo más ecológico.
Como explica Moreno, la inspiración en el desarrollo de estos nuevos materiales nace de la observación de otros elementos parecidos provenientes de la propia naturaleza, que no solamente ofrecen “unas propiedades mecánicas y prestaciones de alta calidad, sino que también se caracterizan por tener un impacto muy reducido en el entorno en el que son utilizados”.
“La Fórmula 1 es un escenario perfecto en el que testar estos materiales, reintroducir los neumáticos reciclados y evaluarlos bajo los mayores estándares de exigencia”
Para cada kilómetro de carretera convencional, suelen ser necesarias miles de toneladas de materiales procedentes de recursos naturales que son agotables. En cambio, en la composición de los llamados “materiales Masai”, “en torno al 50% son materias primas de origen sostenible”, afirma este prestigioso ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Como bien explica Ross Brawn, F1 Managing Director, durante un fin de semana de carreras suele utilizarse una gran cantidad de neumáticos. Ahora, después de su uso, se devuelven a la fábrica, donde son reciclados, mediante un procedimiento de “cero emisiones”. Allí se extrae todo lo posible de ellos para contribuir a mejorar la sostenibilidad de toda la actividad.
Para Moreno, los hallazgos de la investigación de su grupo demuestran que “el paso de una economía lineal a un modelo de economía circular en el que se abogue por el reciclaje, la reutilización de residuos y la reducción de la presión ambiental del planeta es algo posible”. En este sentido, Juan Manuel Cendoya, Vicepresidente de Santander España y Director General de Comunicación, Marketing Corporativo y Estudios, señala que la entidad es uno de los grandes financiadores del mundo de los automóviles, “por eso es fundamental que encontremos soluciones para que los coches colaboren en la lucha contra el cambio climático y alcancemos las cero emisiones en el 2050”.
Compromiso con el medio ambiente
Desde que esta entidad bancaria apostase por volver a la Fórmula 1, en diciembre de 2021, como patrocinador de Scuderia Ferrari, se ha encargado de ofrecer una amplia gama de soluciones para alcanzar la deseada neutralidad en carbono en el ámbito automovilístico. Al mismo tiempo, se ha convertido en el primer banco en el mundo en financiación de energías renovables y su negocio de banca de inversión cuenta, desde hace años, con equipos especializados para asesorar a grandes clientes en su transición hacia una economía plenamente verde.
Después de convertirse en una de las 280 empresas en el mundo que forman parte de la Lista A del Carbon Disclosure Project (CDP), Santander sigue avanzando en la lucha contra el cambio climático, en línea con los objetivos del Acuerdo de París, para llegar a las cero emisiones en 2050. Además, se ha marcado unos objetivos intermedios, para 2030, como la reducción del 29% de las emisiones absolutas financiadas del sector de la energía, y ha reafirmado su compromiso de destinar 220.000 millones de euros, entre 2019 y 2030, para que todo ello sea posible.