Ver el nuevo Anoeta arrebata el corazón de la gente que lo conoce. Por fin, el prototipo de estadio que reúne todas las condiciones para que, al abrigo de su afición, la Real se haga fuerte. Los resultados están demostrando que el camino no está adornado con rosas y que con la fantástica atmósfera que sobrevuela en el aire no es suficiente para ganar.
Los pescadores que faenan mientras juega Real perciben desde alta mar que la temporada en casa no ha empezado mal, pero que tampoco es la panacea. Han escuchado 25 cohetes. 20 han sido para festejar los 10 goles que han marcado los txuri urdin. El resto, para constatar los 5 anotados por Betis (1), Getafe (2) y Levante (2). La premisa para ganar mañana al Leganés es clara: cuatro lanzamientos al cielo y a volar desde lo más alto de la clasificación.
La Real será líder en caso de ganar al Leganés mañana (21.00 h.). Para ello tendrá que sobreponerse al último revés en casa, contra el Levante, la segunda derrota en los tres últimos partidos en Anoeta.
La Real ha necesitado marcar al menos dos goles para sumar los tres puntos ante su público y, además, no encajar más de uno. Es la sentencia que dictan los primeros cinco combates ligueros en el nuevo campo. El rédito asciende a 9 puntos sobre 15 posibles. Tres triunfos y dos derrotas.
Sin medias tintas
Cerrar la portería con candado, es decir, mantenerla imbatida, ha sido sinónimo de victoria (2-0 y 3-0 contra Atlético de Madrid y Alavés). La Real también remontó al Betis (3-1) para proclamarse ganadora del partido. Por contra, no le sirvió adelantarse frente un Getafe que le dio la vuelta al marcado tras la expulsión de Diego
Llorente. Por último, el Levante cogió una ventaja que fue inalcanzable (1-2) para un equipo de Imanol que no entiende de medias tintas en Anoeta: no existe el empate.
En su afán incondicional de deberse al público en Anoeta, el plan de Alguacil es que la Real sea agresiva y vertical, con mucho ritmo en busca del gol. En las tres victorias y durante la primera parte de la derrota contra el Getafe, hubo pasajes muy atractivos de fútbol. Incluso cuando asomó la peor versión hasta la fecha, frente al Levante, los txuri urdin se emplearon con garra y mucha intensidad para remontar.
El Leganés, sólo un punto fuera
Recibir al colista representa una ocasión manifiesta para que la Real regrese a la senda de la victoria en Anoeta. Sin duda. Los madrileños, que aterrizan en Donostia con Javier
Aguirre como entrenador, pueden estar perpetrando un dispositivo defensivo para controlar el escape de puntos.
No es que el Leganés llegue a Anoeta con números que intimiden. Sólo ha sumado un punto en cinco desplazamientos (1-1 en Mestalla contra el Valencia).
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