Cuidado con los resbalones

La Copa, fundamentalmente en su formulación a un partido, se muestra tradicionalmente proclive a las sorpresas y son ya varios los equipos de Primera que se han visto sorprendidos por rivales de inferior categoría y han mordido
el
polvo lastimosamente.

La Real, que durante muchos años se erigió en espejo de aquello que no había que hacer en este torneo, engordando su palmarés de estrepitosos
fracasos, constituyó la pasada temporada la más grata sorpresa, con una progresión espectacular fundada en la ambición y el buen juego, y con algunos hitos, como el gran triunfo del Bernabéu, que todavía permanecen frescos en la memoria.

Pero con ser importantes los triunfos frente a enemigos como el Real
Madrid, el Osasuna o el Espanyol, hay que buscar las raíces del éxito en las primeras rondas, donde la Real se midió a equipos muy modestos, con nulo pedigrí, como Becerril o Ceuta, pero que tradicionalmente habían constituido una recurrente piedra de tropiezo. Fue en esos partidos, precisamente, donde se pudieron observar la ambición y las pretensiones del equipo de
Imanol
, que los afrontó como si fueran un encuentro más de Liga, sin dejar nada al albur, y abordándolos con todo el respeto merecido. El resultado no pudo ser más satisfactorio; el equipo fue superando ronda tras ronda hasta alcanzar la gran final. A partir de ese momento, la Real se quitó de encima el indeseable sambenito de equipo cenizo en la competición del KO

, a la espera y en la confianza de que lo confirme en próximas ediciones.

Es por eso que el partido de hoy en el Arcángel guarda una serie de claves que nos ayudarán a descifrar el talante de la Real en esta edición de la Copa. Una Real victoriosa y resolutiva nos pondrá sobre la pista de una nueva y prometedora aventura copera… Pero ¡Ojo con los resbalones!

UNA REAL SIN CABEZA

La Real brillante, espectacular, seductora y convincente de la pasada campaña, contaba en sus filas, no podemos obviarlo, con un director de orquesta reconocido en la persona del noruego
Martin
Odegaard
. Bajo su batuta, el equipo txuri urdin interpretó algunas de las mejores partituras de la temporada futbolística. El noruego volvió a su club de origen y dejo durante unas semanas huérfano de dirección al equipo, el tiempo que transcurrió desde la confirmación de su marcha hasta la llegada de
David
Silva
. El trueque exudaba aroma de éxito, por cuanto, frente a la inexperiencia del escandinavo se enfrentaba el enorme bagaje competicional del canario, por lo que la apuesta parecía poco arriesgada y prometía buenos dividendos. La confirmación de las expectativas no tardó en llegar y coincidió con los mejores momentos de la escuadra realista, que alcanzó niveles de excelencia futbolística. Silva era el hombre ideal para acaudillar el asalto de la Real a las diferentes fortalezas que se encontraría por el camino. Pero el hombre tiene ya sus achaques y no puede gestionar los contratiempos como lo hacía antaño. Llevamos dos meses sin contar con su magistral dirección y el equipo lo ha acusado… ¡Y de qué manera!

Bienvenido al club

Si el sábado ante el Betis Merino salta al terreno de juego, pasará a formar parte del selecto club de los centenarios de la actual Real Sociedad. Llegó en el verano de 2018 buscando reorientar su carrera, y apostó por intentarlo en San Sebastián. El tiempo le ha dado la razón a él y a los que confiaron en él. Hoy Merino, uno de los pocos indiscutibles para Imanol, descansará.

El regreso del joker

Hacía demasiado tiempo que no sabíamos nada de Aritz Elustondo, el comodín de la defensa, el hombre que lo mismo te sirve para un roto que para un descosido, y al que la zaga, particularmente censurada en los últimos tiempos, ha echado tanto de menos. La presencia del beasaindarra debe aportar carácter a la línea de retaguardia de Imanol, desde hoy mismo.


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