Culés periquitos

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Benzema se ajustó el frac y mandó al garete al colista Espanyol, que ya de por sí lleva todo el curso con cara de segundón. Un servicio de espuela genial del francés sellado por Casemiro le dio al Madrid dos puntos de ventaja sobre el Barça, que no tuvo el auxilio del vecino. El equipo periquito, con mucho jugador sonoro pero colgado del camión escoba desde el comienzo de la temporada, se precipita hacia el descenso sin remedio. Y hoy con un gestor deportivo (Rufete) ejerciendo de entrenador de urgencia de un puñado de fichajes suyos. Se hunde el Espanyol, ya a 10 puntos de la salvación y que no visita la Segunda desde 1993. Y da otro paso al frente el Real Madrid, que salió de Cornellà más líder tras un encuentro poco vistoso.Zinedine Zidane dirigiendo a su equipo ante el Espanyol. En vídeo, el entrenador del Real Madrid en rueda de prensa: “Esto se va a decidir al final”.XAVI BONILLA / AFP / EUROPA PRESS (VÍDEO: ATLAS)No fue un encuentro para rebobinar, salvo la jugada mayúscula del partido. Ocurrió a un paso del descanso, y tuvo mucha miga. Marcelo puso en vuelo a Sergio Ramos y la peinada del capitán le cayó a Benzema. El francés estaba anudado por Bernardo y de espaldas a la portería. Una emboscada para cualquiera. No para Benzema. Tiene chistera, así que, con el observatorio en el cogote, asistió de tacón, con el balón atravesando los pies de sapo de Bernardo, a Casemiro, que llegó a la cita como un corsario. Un gol embriagador por el plástico y efectivo ingenio de ese ariete catalizador que es Benzema. Y un gol etiquetado por quien más lo había buscado, porque Casemiro es mucho más que un boina verde de primera.La versallesca maniobra de Benzema estuvo muy por encima del discreto primer tiempo del Madrid. Como es norma, Zidane hizo girar de nuevo la noria y esta vez el recluta titular fue Isco, como en jornadas precedentes lo fueron Rodrygo, James, Bale y Vinicius.El malagueño y Hazard escoltaron a Benzema, pero al Real le faltó profundidad. No le dejó rendijas el grupo del experimental Rufete, que expuso un equipo ordenado y sin miramientos a la hora de bloquear al adversario con 10 futbolistas en campo propio. Los pericos dejaron sin bandas a los visitantes, pero tan retrasado estaba el cuadro catalán que las salidas al contragolpe se le hicieron eternas. De poco le sirvió contar con un ancla como De Tomás, jugador muy apto para desahogar al equipo con su notable juego de espaldas. Como prueba, un par de arrancadas de Wu Lei, esta vez orillado en la banda derecha. El futbolista chino llegó extenuado en cada aventura hacia la meta de Courtois.Como muestra de la falta de chispa ofensiva del Madrid, tuvo que ser Casemiro, el volante tapón, quien amenazara a Diego López. Primero, con un remate desde campo propio que casi sorprende al portero local. Luego, con un estacazo tal que casi revienta la cabeza del bizarro Sergio Ramos. El Madrid gobernaba más de lo que remataba. Y eso que también tuvo su oportunidad el apagado Hazard tras hacerse un embrollo Diego López ante Benzema.Solo dos cambiosDe vuelta del intermedio el encuentro fue igual de chato. El Espanyol se afanaba por sobrevivir en el partido. El Madrid, algo fatigoso, tramitaba el duelo con un ritmo bajo. Lo apercibió Zidane, que a la hora puso en baile a los cadetes Vinicius y Rodrygo por Isco y Hazard. Pero el partido no tuvo otra marcha como pretendía Zidane. No cogió frescura el Madrid, con madurez para controlar el juego, pero sin vivacidad para sacudirse del todo al decepcionante Espanyol, sostenido por un marcador a tiro, pero poca cosa más.Con tanto futbolista con cuajo, el Madrid supo diligenciar el choque sin mayores sobresaltos. Le faltó brillantez, desde luego, pero en esta ocasión no tuvo las intermitencias de jornadas precedentes. Sin otra gracia que un resultado aún intrigante, el partido derivó hacia la nadería en el último tramo. El exigente maratón requiere regular los depósitos. El Real Madrid tiene cierto margen desde su liderazgo, pese a lo cual fue sorprendente que Zidane se limitara a dos cambios. El Espanyol no tiene margen alguno, visto su aspecto de enfermo terminal. Ya no le basta con aparentar haber competido con el líder. El abismo lo tiene a seis finales. Las mismas que tiene por delante el Real Madrid para levantar el título al Barça. Nadie se ha desconfinado mejor: cinco partidos, cinco victorias. La última gracias a ese Houdini que es Benzema.


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