Jota
Cuspinera, entrenador del Movistar
Estudiantes, lamentó la derrota de su equipo ante San Pablo Burgos que le deja al borde del descenso, del que solo se librará si el Bilbao
Basket pierde su último partido el domingo, y se mostró contrariado porque la salvación ya no dependa de ellos a pesar del gran esfuerzo desplegado este viernes.
“No depende de nosotros y nos toca esperar lamentablemente a ver qué ocurre el domingo”, apuntó en rueda de prensa el técnico, que se mostró “orgulloso” del partido de su equipo a pesar de que “no fue suficiente” y por eso dijo asumir “toda la responsabilidad”
También quiso reconocer el sacrificio de una plantilla “que ha llegado al límite de sus fuerzas” y que al final del choque tenía a jugadores que “no podían ni con el pantalón ni con la camiseta”.
Explicó que sus jugadores empezaron “muy nerviosos” por la tensión que conllevaba el partido, hasta que la salida de los jóvenes Nacho
Arroyo y Rubén
Domínguez “impulsó al equipo, que se puso a defender y ya no lo dejó de hacer hasta el final”.
“Jugamos contra un gran equipo, en el que Kravic nos hizo mucho daño en el primer cuarto, atacando a Delgado, y luego como se preveía los pequeños han llevado la batuta y estuvieron muy acertados con los triples”, refirió Cuspinera.
Destacó que sus hombres fueron capaces de luchar “hasta el límite de sus fuerzas” para llegar a un final de partido “más o menos empatado”, en el que a su juicio tampoco les acompañó la fortuna en algunas acciones y rechaces.
“El vestuario está jodido, y yo también, como es evidente. No he sido capaz de dotar al equipo de armas necesarias para lograr la victoria hoy o en algún otro partido anterior y ahora habrá que esperar al domingo”, finalizó el entrenador estudiantil.
Source link