Los Mavericks están en racha y los Lakers necesitan como el comer a LeBron James. Así podría resumirse el partido de anoche entre ambos equipos, un encuentro que se llevó Dallas por 108 a 93 pese a la pobre actuación de Luka Doncic y la baja de Kristaps Porzingis.
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De nada sirvió que Anthony Davis volviera a un minutaje habitual ni que Schroder o McLemore cuajaran grandes encuentros. Los Lakers están perdidos y ya son oficialmente el peor ataque de la liga desde que el Rey causó baja por su lesión en el tobillo.
Anoche los angelinos volvieron a mostrar su peor cara, perdidos en ataque y sin solución aparente ante unos Mavericks que les superaron en empuje y agresividad. El segundo duelo entre ambos en apenas unos días volvió a saldarse de la misma forma que el primero.
La baja de Kristaps Porzingis, que se hizo daño en el último encuentro de los Mavs, no lastró demasiado el juego de los tejanos. Tampoco lo hizo el partido de Doncic, más discreto de lo habitual en términos anotadores pero, como siempre, omnipresente.
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El esloveno terminó con 18 puntos, 8 rebotes y 13 asistencias en casi 40 minutos. Se fue a casa con un diferencial absoluto de +26 en cancha, números de líder total. Con él en pista los Mavericks siempre fueron mejores y los Lakers no tuvieron opción.
Doncic agradeció la aportación de algunos menos habituales. Finney-Smith se fue hasta los 21 puntos y 7 rebotes
y Powell tuvo una excelente noche, anotando 11 de sus 12 lanzamientos para un total de 25 tantos y 9 capturas. Entre todos, Dallas sacó un gran encuentro adelante.
Davis, que jugó 28 minutos y participó de forma considerable en el juego angelino, mostró aún claros signos de torpeza y lentitud. El pívot anotó apenas 5 de sus 18 tiros a canasta para sumar 17 puntos y apenas 3 rebotes.
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Tampoco Drummond tuvo su mejor noche, quedándose en 6 tantos, aunque sumó 12 capturas. Dennis Schroder intentó salvar los muebles de su equipo con un doble-doble de 16 tantos y 12 asistencias pero los Lakers no carburaban.
Mención también para Marc Gasol que tuvo 18 minutos desde el banquillo pero no tiró a canasta ni una sola vez. Aportó 7 rebotes y 2 asistencias pero tan solo un punto. Su compañero habitual en la pintura, Montrezl Harrell, no jugó.
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Los Lakers aguantaron el tipo hasta el descanso, llegando a irse 12 arriba tras la primera parte. Sin embargo, el vendaval ofensivo de Dallas les pilló por sorpresa tras el paso de vestuarios y el equipo se descompuso en el tercer y cuarto periodo. Incapaces de reaccionar, los Lakers se hundieron sin respuesta.
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