De Ketelaere levanta discrepancias en Milán

De Ketelaere levanta discrepancias en Milán

No siempre es fácil adaptarse a una gran liga. Han habido grandes estrellas, como puede ser el caso de Di María en el Manchester United o incluso Leo Messi en el Paris Saint Germain, a los que un cambio les ha sentado peor de lo esperado.

Los casos son siempre más claros en los procesos de formación. Viene a la cabeza enseguida los nombres de Matthijs de Ligt, Renato Sanches o Nicolas Pépé, jugadores que firmaron grandes traspasos siendo todavía muy jóvenes pero que fueron incapaces de rendir a su mejor versión, la que les hizo llegar a dichos clubs de élite, donde el salto de calidad es una realidad latente.

Por estos fueros hay el temor en Milán de que corra Charles De Ketelaere. Su inicio de temporada está siendo cuanto menos decepcionante después de que el club peleara durante meses por fichar a la nueva sensación de Bélgica, una cantera que en los últimos años ha generado futbolistas de talla mundial. Con solo 21 años, los ‘rossoneri’ tiraron de chequera y se gastaron 32 millones de euros en el mediapunta, que tenía que mantener el camino del éxito por el que había andado el club la pasada temporada, volviendo a ser campeón de la Serie A tras años de sequía.

Ese momento, no obstante, todavía no ha llegado. De Ketelaere, un futbolista con una zurda fina y con una buena visión de pase, se esperara que saliera del Brujas para ser rápidamente un jugador importante en el ataque diseñado por Pioli, pero nada de eso. Si bien sigue teniendo oportunidades, el cartel de titular parece muy alejado de su realidad a día de hoy, y no es que el Milan esté rindiendo tampoco al nivel de la pasada temporada, pero un futbolista como Brahim Díaz está ofreciendo más rendimiento.

Está claro que si algo hay que tener con jugadores jóvenes y con talento es paciencia. Le tienen que seguir dando oportunidades a De Ketelaere para que se foguee, se sacuda el miedo de pisar la Serie A y empiece a demostrar la calidad que le llevó a vestir la camiseta ‘rossonera’. En Milanello todavía hay mucha fe en el belga, que se tiene que poner las pilas porque la realidad es que el equipo lo necesita y la afición lo espera con muchas ganas




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